El vicario de la catedral de Apatzingán, Gregorio López Gerónimo, conocido el padre Goyo, tomará dos meses de vacaciones fuera de la diócesis para distanciarse un tiempo de los problemas que ha enfrentado recientemente, aseguró Javier Cortés Ochoa, vicario general de la sede diocesana.

En entrevista con La Jornada, precisó que el sacerdote, quien ha hecho denuncias contra el alcalde de Apatzingán, Uriel Chávez Mendoza, y recibido amenazas del crimen organizado, no ha sido requerido por el Vaticano para realizar ningún encargo ni en Roma ni en Francia, como se había especulado, y detalló que fue una decisión del presbítero López Gerónimo alejarse un tiempo de Apatzingán.

Señaló también que una vez que retorne a la diócesis valorará su permanencia en el cargo que tiene y el cual ya no está ejerciendo actualmente, pues en estos días saldrá de vacaciones, no se sabe si será fuera del país.

El miércoles se informó que el padre Goyo fue citado por las autoridades para que sustente las denuncias contra el edil Chávez Mendoza, por lo cual declaró en la subprocuraduría regional de justicia de Morelia.

Cortés Ochoa confió en que en los dos meses que esté ausente el padre Goyo la situación se suavice, sobre todo en cuanto a las amenazas que ha recibido. No sabemos que va a decidir (López Gerónimo) en esos dos meses. Las amenazas seguirán, las dificultades también seguirán, pero esperamos que se limen y que las cosas vayan a menos, sobre todo en este momento de rispidez que ha tenido con el alcalde.

Tras señalar que en la diócesis no hay otros sacerdotes en la misma situación que el padre Goyo, por su activismo contra narcotraficantes de la zona, el vicario general de Apatzingán indicó que él es el único que ha emprendido esta tarea personal, y no es algo que nosotros hayamos querido, eso es algo que él decidió tomar y, de hecho, en la diócesis no estábamos de acuerdo en todo eso.