El prominente empresario Félix Cantú Aguilar, también contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de diversas entidades federativas y gubernamentales, fue quien reveló a Amado Omar Yáñez Osuna, director general de Oceanografía, el funcionamiento de la industria petrolera, según reconoció el propio Yáñez Osuna.

En su perfil en su página de Facebook, todavía vigente, Amado Omar Yáñez señala que entre 1990 a 1994 trabajó en CCC Fabricación y Construcciones con el ingeniero Félix Cantú, empresa en donde conoció el funcionamiento de la industria petrolera en México.

Posteriormente, en 1995, decidió hacer una pausa en su actividad profesional, tiempo en el que conoció a su actual esposa Verónica González Gutiérrez, además de que decidió fortalecer a la compañía (Oceanografía) que edificó con su padre (Amado Yáñez Correa).

Al tratar de localizar a Félix Cantú, de la empresa CCC Fabricación y Construcción SA de CV, para conocer su presunta relación con Yáñez Osuna, se marcaron los teléfonos de la compañía: 52 54 07 14 y 52 5011 81, en los cuales nunca se obtuvo respuesta. Sin embargo, al marcar un tercer teléfono que aparece en la página de Internet: 52 50 11 91, sólo responde una grabación con voz femenina: Coordinación de vinculación empresarial de la campaña de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, para posteriormente cortarse la comunicación.

CCC Fabricaciones y Construcciones se fusionó el 30 de septiembre de 1999 con otras empresas del mismo grupo, como Global Industries Offshore, Inc; Global Offshore México; Global Vessels México, Grupo Consorcio de Fabricaciones y Construcciones.

Félix Cantú es un conocido empresario constructor que ha obtenido diversos contratos para la construcción de carreteras, incluido el estado de México. También es contratista de Pemex, ganadero y socio número 941 de la Asociación Mexicana de Creadores de Cebú.

Se le conoce en el medio empresarial por tener estrechas relaciones con los presidentes de la República, desde José López Portillo hasta el actual mandatario Enrique Peña Nieto.

Amado Omar Yáñez, director de Oceanografía, quien no ha hecho ninguna aparición o declaración pública, se integró en 1996 a esa compañía. Se presenta como una empresa con experiencia en la industria petrolera que ofrece servicios integrales de ingeniería, buceo, instalación, inspección y mantenimiento de estructuras marinas, servicios de apoyo a perforación, logística de materiales, transporte de personal, así como inspección, instalación y construcción de ductos submarinos. Es uno de los principales proveedores de Pemex.

Yáñez Osuna indica en su perfil que militó en las fuerzas básica del club América, luego se inclinó por jugar tenis, pero unos años más tarde volvió al balompié en ligas amateurs. El 20 de mayo del 2013 compró a Tv Azteca, a través de Grupo Delfines, el club Jaguares de Chiapas, franquicia que se traspasó a la ciudad de Querétaro para convertirse en los Gallos Blancos de Querétaro.

Amado Omar Yáñez es ingeniero civil por la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Texas A&M y tiene un posgrado en ingeniería marina por la misma institución.

Es esposo de Verónica González Gutiérrez, propietaria de los Delfines Futbol Club, equipo que actualmente milita en la liga de ascenso.

A partir de 2000 Oceanografía, después de ser una empresa prácticamente en quiebra, comenzó su expansión bajo la protección y favoritismo de los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Entre 1999 y 2013 obtuvo poco más de 160 licitaciones públicas nacionales e internacionales para proveer servicios y obra pública, principalmente para Pemex Exploración y Producción (PEP), relacionados con labores de inspección, monitoreo, reforzamiento, mantenimiento, flete, transportación, hospedaje, alimentación, rehabilitación de pozos y construcciones, por un monto que superaría los 31 mil millones de pesos.

Lo anterior le permitió que solamente en los pasados 5 años invirtiera alrededor de mil 500 millones de dólares en 18 embarcaciones. Actualmente se le investiga por un presunto fraude a Banamex, por un monto de 360 millones de dólares en pérdidas y créditos sin garantías por 400 millones de dólares. Además se le imputan operaciones de lavado de dinero y un fraude en contra del IMSS. También adeuda pagos a sus empleados y proveedores y debe facturas incluso a la agencia que le manejaba las relaciones públicas a Oceanografía.