Pretoria, 6 de marzo.

Una de las primeras personas que llegó a la escena del crimen después de que Oscar Pistorius disparó contra su novia Reeva Steenkamp, dijo este jueves a un tribunal que temió que el atleta sudafricano, quien enfrenta un juicio por asesinato, se suicidara con la misma arma.

En el cuarto día del juicio contra Pistorius, su vecino Johan Stipp testificó que entró en la casa del deportista minutos después de haber escuchado gritos y disparos, y encontró al velocista desconsolado y arrodillado sin prótesis sobre el cuerpo sin vida de una mujer.

Le disparé. Pensé que era un ladrón y la maté a ella, dijo el paralímpico de 27 años, según Stipp, quien es médico, y describió sus intentos sin éxito de reanimar a Steenkamp, una modelo de 29 años licenciada en derecho, que salía con Pistorius desde varios meses atrás.

Ante el juez, el atleta no soportó y tuvo que taparse los oídos mientras Stipp hablaba sobre lo ocurrido el 14 de febrero de 2013.

Steenkamp murió tras recibir tres impactos, incluido uno en la cabeza, de los cuatro disparos que efectuó Pistorius a través de una puerta cerrada con seguro de un baño en el piso de arriba. El atleta niega el asesinato y argumenta que se trató de un trágico accidente que se produjo tras confundir a su novia con un intruso.

El atleta sudafricano Oscar Pistorius se tapó los oídos durante el testimonio de su vecino Johan Stipp, cuya versión fue creíble para el TribunalFoto Reuters

Mientras el médico comprobaba los signos vitales de Steenkamp, Pistorius le rogaba que la salvara, dijo Stipp al tribunal: “Oscar lloró todo el rato. Rezaba a Dios: ‘Por favor, deja que viva, no puede morirse’”.

El director del complejo de viviendas donde se produjo el crimen llegó a pensar que el atleta podría suicidarse: Me di cuenta que Oscar subía las escaleras y le pregunté al señor Stander si sabía dónde estaba el arma, porque era evidente que Oscar se encontraba emocionalmente muy afectado.

Con fotografías el Tribunal de Pretoria constató que Johan Stipp vive cerca del atleta aproximadamente a unos 70 metros, por lo que fue creíble la versión que este día ofreció el galeno al juez en la continuación del proceso en el que Pistorius busca evitar la prisión.

En los primeros días del proceso, varios testigos desvirtuaron la versión del atleta. Describieron gritos y disputas en la casa de Pistorius antes de los mortales disparos en la noche previa al día de San Valentín de 2013.

En el proceso está previsto que declaren 107 testigos.