En la ciudad de México la alimentación por ley es un derecho no una cruzada, afirmó el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, al salir de la reunión que los delegados sostuvieron ayer por alrededor de una hora con el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano Cortés, durante la cual hablaron de la aplicación de la Cruzada Nacional contra el Hambre en 9 de las 16 demarcaciones.

Fernández advirtió que detrás de la decisión del gobierno federal de incluir este año en la cruzada a las delegaciones Coyoacán, Cuauhtémoc, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco, hay un fondo político.

De un año a otro ya hay extrema pobreza, y más en un año en que empieza el proceso electoral. Si el gobierno federal no cuida sus procedimientos, por supuesto que las lecturas no nos permiten tener confianza, remarcó.

Sesgo partidista

Existe una serie de acciones que no son muy claras y citó el caso del programa 65 y más, el cual está bajando, al menos en su demarcación, por conducto de organizaciones sociales ligadas al PRI. Me pregunto si ese es el nuevo gobierno federal, acotó.

El año pasado la delegada en Gustavo A. Madero, Nora Arias, hizo la misma denuncia, e incluso presentó fotos de cómo se les ponía un sello en el brazo a las personas.

Por su parte, el titular de Álvaro Obregón, Leonel Luna, acompañado por su homólogo de Venustiano Carranza, Manuel Ballesteros, explicó que aunque la cruzada no incluye a las 14 delegaciones que gobierna el PRD, se contará con el respaldo de todos para hacer una propuesta general a la Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol), para su aplicación en el Distrito Federal.

En este frente común están incluidos aún aquellos delegados que habían cuestionado el programa de la dependencia federal, por su falta de claridad en el objetivo y las reglas de operación, pues se trata de recursos que requiere la ciudad, refirió.

Dijo que esta estrategia es para evitar diferencias como ocurrió el año pasado, lo que frenó la aplicación de la cruzada en la capital del país.