Con la aprobación de la reforma a la educación no sólo se enfrentan riesgos laborales, sino un cambio radical en el sistema educativo en México que busca calar hondo en el quehacer cotidiano del aula, afirmó Elsie Rockwell, experta en antropología de la educación y profesora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.

En la conferencia magistral, que impartieron en el foro Repensar el normalismo del Siglo XXI, señaló que la aprobación de las modificaciones a los artículos tercero y 73 constitucionales, donde se establecen las bases de nuevos mecanismos de acceso, permanencia y promoción en la carrera docente, generará una recomposición entre aquellos que forman parte del magisterio, tanto en su carácter cultural como de nivel socioeconómico.

Destacó que al poner por delante la evaluación nacional mediante exámenes de opción múltiple, hay un efecto previsible de que esto beneficiará a los aspirantes a ingresar al servicio docente que tengan ventaja por su formación, por sus antecedentes culturales y sociales. Se trata de jóvenes urbanos y de clase media que podrán salir exitosos del examen, y mucho mejor que aquellos aspirantes más pobres, pero este cambio puede afectar la relación del magisterio con los estudiantes.

En el encuentro, convocado por el Seminario Permanente de Profesores de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros para analizar la situación actual y los retos que enfrenta la educación normal en nuestro país, agregó que muchos de los que logren acceder a una plaza docente no querrán ir a las escuelas más alejadas a atender a los niños más problemáticos, y cabe preguntarnos si sabrán establecer estos lazos de confianza con estudiantes y padres de familia.

Se trata de medidas, dijo, que se han aplicado en otras naciones, como Estados Unidos, Australia, Inglaterra y Sudáfrica, entre otras, donde se da una formación rápida al futuro docente que se mantiene por dos o tres años en el servicio magisterial, pero es una actividad de paso, que no será permanente.

Por su parte, Óscar Cortés, profesor de la BENM, destacó que ante la asfixia financiera, la aplicación de un modelo curricular totalmente desarticulado con lo que ocurre en el aula, y un creciente desprestigio social, las normales públicas del país van camino a ser consideradas por la sociedad como inservibles.

Agregó que la destrucción de la educación normal pareciera un proceso anunciado, que va desgastando una las instituciones formadoras de maestros más importantes para el país, con un costo incalculable para la educación pública.