La instalación de parquímetros en el centro de Coyocán permitirá recuperar el espacio público que ha sido invadido por los vehículos de quienes laboran o visitan esa zona, lo que mejorará la calidad de vida de los residentes de la misma, asegura un estudio de la empresa Factibilidad Urbana Total, avalado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo.

El documento señala que inhibirá la presencia de franeleros que han usufructuado el espacio cobrando por el estacionamiento de autos, principalmente los fines de semana, por lo que propone incluirlos en un programa para integrarlos a la formalidad.

Recomienda la aplicación del programa Ecoparq, para regular el estacionamiento de vehículos en la vía pública mediante la operación de un sistema de parquímetros, que entre otras ventajas, asegura, permitirá reducir el tiempo de búsqueda de un lugar para estacionar de 14.3 a cinco minutos.

La instalación de 67 parquímetros, en el polígono delimitado por las avenidas Universidad, Miguel Ángel de Quevedo, así como las calles Progreso, Francisco Sosa y Tres Cruces, que abarca la colonia Del Carmen y los barrios de Santa Catarina, La Concepción, San Lucas y Villa Coyoacán que, según el estudio, padecen saturación de estacionamiento en la vía pública.

Lo anterior, afirmó el titular de la Autoridad del Espacio Público, Eduardo Aguilar, siguiendo las observaciones del Instituto de Nacional de Antropología e Historia y la Dirección de Patrimonio Cultural, instancias que, aseguró el funcionario, han dado el visto bueno para la colocación de los parquímetros.

Aunque, la diputada local del PAN Priscila Vera envió ayer al titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet, una carta en la que le solicita su intervención para que el INAH suspenda los trabajos de instalación de los parquímetros y se sancione a los responsables de la obra, pues asegura no han sido autorizados por el instituto.

El estudio citado indica que el sistema de parquímetros permitirá una mejora real en la movilidad en el centro de Coyoacán, donde algunas calles se han convertido en zona sin ley, debido al alto número de vehículos que se estacionan en dichas vías sin regulación alguna.

Además, alrededor de 550 casas de dicho polígono son utilizadas como oficinas, cuyos empleados estacionan sus vehículos cerca de las viviendas.