Con motivo de la Cuaresma, la cual comienza este Miércoles de Ceniza, el cardenal Norberto Rivera Carrera otorgó a todos los sacerdotes de la arquidiócesis de México facultades extraordinarias para perdonar el pecado del aborto, luego de cumplir una penitencia, pues según el canon 1398, dicha falta merece la excomunión.

En una circular que el también arzobispo primado de México envió a todos los presbíteros del Distrito Federal, a los integrantes de la vida consagrada y a los laicos comprometidos con las actividades religiosas, recuerda que en este tiempo de Cuaresma, tanto el Miércoles de Ceniza como el Viernes Santo se debe practicar ayuno y abstinencia.

El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México detalló que en tiempo ordinario, la potestad de absolver pecados reservados la tienen únicamente los sacerdotes penitenciarios de la Basílica de Guadalupe y de la Catedral Metropolitana, los ministros delegados por los Vicarios episcopales y los decanos.

En el escrito mencionado, el cardenal recuerda que el ayuno es obligatorio para los fieles que hayan cumplido 18 años y hasta los 59, y la abstinencia desde los 14 años en adelante, sin límite de edad.

En tanto, Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, precisó que la Cuaresma es la oportunidad para sanar y fortalecer a las familias, muchas de las cuales actualmente son víctimas de la violencia, de la pobreza y de otros males que las afligen. Y queremos aprovechar esta Cuarema para reconocer nuestros pecados que afectan a las familias, nuestros descuidos y omisiones y nuestras actitudes y conductas que las han dañado.

Recordó que en una carta a las familias, el papa Francisco les pide su oración por la asamblea general extraordinaria del sínodo de los obispos, convocada para tratar el tema Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización, la que se realizará en Roma en octubre próximo.

Exhortó a todas las familias a participar en las acciones pastorales que la arquidiócesis de Acapulco está promoviendo para sanar y fortalecer a las familias, de manera que estén en condiciones de construir la paz en su interior y de colaborar en el fortalecimiento de una sociedad más solidaria y pacífica”.