La celebración por los 87 años del escritor Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 1927), que cumple este jueves, se adelantó un par de días.

Los amigos de toda la vida del premio Nobel colombiano le organizaron el lunes en la ciudad de México una fiesta, presidida por un hermoso pastel de chocolate, coronado por mariposas amarillas.

La reunión se llevó a cabo en la casa del arquitecto José Luis Cortés. Una treintena de comensales degustaron en torno de una enorme mesa redonda tacos de pollo en hoja santa, nopalitos rellenos de queso, sopa de camarón seco y verduras a la parrilla, entre otros platillos.

También estuvieron presentes los nietos del autor de Cien años de soledad, Mateo y Jerónimo, así como su hijo Gonzalo y su inseparable compañera Mercedes, por supuesto (como escribió Gabo en la dedicatoria, a su mujer, de El amor en los tiempos del cólera).

Durante la tertulia, realizada en el jardín de los anfitriones, la lluvia amenazó con arruinar la fiesta, pero la fotógrafa Pía Elizondo recurrió de inmediato a un conjuro: enterró dos cuchillos en el pasto y las nubes grises se fueron a otro rumbo, para sorpresa de los invitados.

Fue una fiesta dedicada a los Piscis cumpleañeros, como ya se ha hecho tradición los recientes años, pues también se festejó al arquitecto Cortés, a Carmen Mutis y a Ana Terán, entre otros nacidos bajo ese signo zodiacal.

Con gran alegría, Gabo, como llaman con afecto al escritor, escuchó Las Mañanitas que sus amigos entonaron a todo pulmón y partió su pastel, para continuar la tarde de amena charla.