Pretoria, Sudáfrica, 3 de marzo.

El juicio al campeón paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, acusado de asesinar a su novia Reeva Steenkamp el 14 de febrero de 2013, se abrió este lunes aquí con el testimonio de una vecina que dijo haber oído a una mujer lanzar gritos que helaban la sangre en el momento del drama.

El fiscal Gerrie Nel acusó al atleta de matar intencionada e ilícitamente en su casa a Steenkamp, conocida modelo de 29 años. Pistorius, de 27 años, se declaró inocente de ese cargo, así como de otros que se le imputan por tenencia y uso de armas ilegales.

El juicio durará cerca de tres semanas y será retransmitido por televisión, excepto los testimonios de Pistorius y de testigos de la policía o expertos que no son oficiales. Millones de personas pudieron seguir hoy la audiencia de un caso que ha captado casi tanta atención como el del estadunidense O.J. Simpson, hace dos décadas.

Pistorius, vestido con un traje gris oscuro y corbata negra, pasó de pie los primeros 30 minutos de la sesión, antes de que su abogado, Barry Roux, pidiera al juez permiso para que su defendido se sentara.

El atleta, famoso por haber sido el primer doble amputado en competir en unos Juegos Olímpicos, en Londres 2012, hizo cuatro disparos contra su novia a través de la puerta del baño, pero sostuvo que él pensaba que atacaba a un intruso. Por el cargo enfrenta una condena de 25 años de prisión.

Una multitud se reunió alrededor del edificio del Tribunal Superior de Sudáfrica, donde se realiza el juicio. El atleta mantuvo la mirada baja mientras June, la madre de Steenkamp, lo miró fijamente durante mucho tiempo.

Periodistas y fotógrafos poblaron los pasillos fuera de la sala, donde sólo pudieron entrar 80 de los cerca de 300 reporteros que acudieron. Los abogados de Pistorius anunciaron que difundirán su versión en la cuenta de Twitter OscarHardTruth. Thokozile Masipa, que en 1998 se convirtió en la segunda juez negra del país, decidirá la sentencia.

La primera testigo en comparecer ante el tribunal, Michelle Burger, una profesora de universidad cuyo dormitorio está a 177 metros del de Pistorius, contó lo que escuchó aquella madrugada.

Dijo que ella y su marido despertaron al escuchar gritos de mujer espeluznantes, a los que siguieron cuatro balazos. Sabía que algo terrible estaba sucediendo en esa casa, señaló.

Los fiscales creen que el atleta disparó a su novia después de una pelea, pero luego trató de distorsionar los hechos.

El testimonio de Burger contradice la versión de Pistorius, porque él dijo que pensaba que Steenkamp estaba en la cama y nunca habló de una mujer gritando.

Se podían oír gritos que hielan la sangre, agregó Burger, hablando en afrikaans (uno de los idiomas oficiales en Sudáfrica), a través de un intérprete. Declaró que también escuchó a un hombre pedir ayuda a gritos antes de los disparos.

El abogado defensor preguntó a Burger si creía que el acusado mentía. Ella no contestó directamente con un sí o un no, pero replicó: No podía entender cómo yo pude escuchar claramente los gritos de una mujer y el señor Pistorius no.

Roux trató de restar mérito al testimonio diciendo que lo que en realidad había escuchado Burger fueron los gritos de Pistorius pidiendo ayuda y tratando de romper la puerta del baño con un bate de críquet.

La mujer, sin embargo, no cedió terreno y afirmó que no tenía la menor duda de que escuchó los gritos de dos personas diferentes, incluidos los de una mujer, y luego cuatro disparos, primero uno y un momento después los otros tres. Sostuvo también que jamás confundiría el ruido de los disparos con el de los golpes con el bate para tratar de abrir la puerta, que estaba trabada.