Como se esperaba, Gustavo Madero Muñoz informó ayer que solicitó licencia para separarse de la dirigencia nacional del PAN, con el fin de buscar su relección al cargo.

Acompañado de su esposa e hija, el chihuahuense explicó que participará en el proceso para elegir al presidente del blanquiazul, con el fin de consolidar un partido ganador, unido en su democracia, principios y valores.

También para seguir avanzando en la corrección y mejora del instituto, defender los logros del panismo y perseverar en la construcción de un nuevo sistema político que defienda a los ciudadanos y combata los poderes fácticos.

En el salón de un hotel de Reforma, Madero Muñoz criticó a quienes han descalificado el proceso electoral interno y sus autoridades. No es democrático hacerlo, como tampoco es la denostación del adversario y la calumnia como método para lograr pírricas apariciones en columnas de los periódicos, que sólo dañan al PAN y alejan a los ciudadanos.

Añadió que se pueden identificar dos narrativas. La de aquellos que pregonan el fin de los principios del partido, que asustan con desbandadas o desmoronamiento de la militancia, acusan falta de rumbo o de estrategia, y quieren hacer aparecer al panismo como el mundo de la corrupción, la división, el conflicto y la derrota electoral.

Dijo no creer en ese discurso, pero sí en el que se ubican quienes se centran en los avances y, al mismo tiempo, reconocen y trabajan para corregir yerros y omisiones, con la conciencia plena de que la verdadera recuperación del instituto se da, como ya se está empezando a dar, cuando recobra su vocación de lucha contra los dolores y las enfermedades sociales que genera la pobreza, el autoritarismo, los privilegios, la corrupción y la impunidad.

Gustavo Madero entregó el sábado pasado a la secretaria general del PAN, Cecilia Romero, la petición de licencia, para hacerla efectiva a partir del 2 de marzo. En virtud de lo anterior, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se reunirá este lunes para nombrar a Romero como la presidenta interina, en tanto se elije al próximo dirigente.

El chihuahuense confirmó su intención de participar en la contienda interna en un acto desangelado que no se prolongó más de 15 minutos y al que acudieron menos de cien militantes. De sus cercanos colaboradores, sólo asistió el diputado Jorge Villalobos, pero no Santiago Creel, Marco Adame o Luis Alberto Villarreal, coordinador de los diputados federales.

Luego de señalar que no está obligado estatutariamente a separarse del puesto, pero que lo hace por convicción democrática, reconoció errores en el panismo, como la visión patrimonialista de la política y la incorporación de prácticas que antes se criticaban, entre ellas, el autoritarismo, el corporativismo, la corrupción y el no haber desmantelado el antiguo régimen.