La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analiza la posibilidad de atraer la revisión del juicio de amparo de Elba Esther Gordillo, acusada de delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal, luego de que la maestra optó por no ratificar su desistimiento de ese amparo.

El pasado 13 de febrero, cuando el quinto tribunal colegiado penal se disponía a efectuar una sesión pública para resolver si confirmaba o modificaba en definitiva el amparo que exonera de los dos primeros delitos a Gordillo, sus abogados optaron por desistirse del amparo, pero tres días después rectificaron la estrategia jurídica y optaron por continuar la defensa de la maestra mediante el juicio de amparo.

El penalista Marco Antonio Del Toro, defensor de la ex lideresa magisterial, dijo a La Jornada que la decisión no es una táctica dilatoria, sino que obedece a circunstancias procesales específicas, derivadas del desahogo de pruebas supervenientes, es decir, que no estaban en el conocimiento de los defensores.

Según Del Toro, la SCJN tiene suficientes elementos jurídicos para atraer la definición final de este juicio de amparo.

Destacó que si bien existieron las múltiples transferencias bancarias de las cuentas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a otras cuentas de personas físicas y morales, eso de ninguna manera representa presunción de ingresos no declarados ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), ni mucho menos es una actividad de delincuencia organizada o de operaciones de recursos de procedencia ilícita, simplemente porque los recursos son de procedencia totalmente lícita; son recursos del sindicato magisterial, que goza de plena autonomía sindical para disponer de ellos.

Gordillo era presidenta del SNTE, que agremia a más de 2 millones de trabajadores de la educación, y es justamente el supuesto manejo irregular de las cuentas bancarias de ese sindicato donde se concentra el pilar central de las acusaciones de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Luego de una investigación que en poco tiempo realizó la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, las autoridades federales descubrieron que en tan sólo dos cuentas del Banco Santander, el SNTE realizó transferencias por más de 30 mil 644 millones de pesos entre 2009 y 2012, lo que equivale a la presunción de 7 mil 661 millones de ingresos no declarados por cada año.

Aunque son ingresos superiores a los presupuestos anuales de la SCJN o del Consejo de la Judicatura Federal, Del Toro asegura que esos recursos de ninguna manera representan una presuntiva de ingresos no declarados.

El SAT detectó egresos millonarios de las cuentas bancarias del sindicato en conceptos que no coincidían con gastos de representación sindical, los cuales, según han dicho familiares de la maestra, eran para financiar el programa de relaciones públicas del SNTE, que tenía con otros sindicatos, funcionarios públicos, intelectuales, académicos e investigadores en México y en el extranjero.