Oxfam se congratula por el estudio y confía en que implique un cambio de tono
Jueves 27 de febrero de 2014, p. 32
Washington, 26 de febrero.
Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) abogaron por la redistribución de la riqueza y la lucha contra la desigualdad, revisando posiciones tradicionales de una institución que priorizó la austeridad económica. La desigualdad de ingresos puede llevar a un crecimiento más lento o menos sostenible, mientras que una distribución del ingreso, si es moderada, no es negativa e incluso puede ayudar a la economía, según una investigación publicada el miércoles. Si bien el estudio de los economistas del FMI no refleja la posición oficial del organismo, es otra señal de un cambio en su pensamiento sobre la desigualdad de ingresos.
Pese a esas salvedades, la organización no gubernamental Oxfam se congratuló por el estudio, esperando que signifique un cambio de tono
del Fondo, en momentos en que su directora gerente, Christine Lagarde, también expresó su inquietud sobre el impacto de las desigualdades en las sociedades y las economías.
El FMI desarma el viejo mito de que la redistribución sería nefasta para el crecimiento y destruye los argumentos en favor de la austeridad
, afirmó Nicolas Mombrial, director de Oxfam Washington. Oxfam, un grupo de desarrollo internacional, sostiene que organizaciones como el FMI deben abordar las crecientes brechas entre ricos y pobres y dejar de alentar un bajo gasto público.
Según el estudio, las desigualdades sociales no deberían ser desdeñadas por los gobiernos, ya que amputan el crecimiento
al reducir el acceso a la educación y alimentan la inestabilidad política y económica.
Sería un error focalizarse en el crecimiento y pensar que las desigualdades desaparecerán por sí mismas, incluso por la simple razón de que ello desemboca en un crecimiento débil e inviable
, señalan los autores del estudio, que recibió la aprobación del responsable de economistas del FMI, Olivier Blanchard.
En consecuencia, estos expertos no dudan en contradecir a ciertos economistas liberales que afirman que la redistribución de la riqueza por medio de impuestos y transferencia de recursos (subsidios, ayudas, etcétera) desalientan la iniciativa privada y finalmente resultan nocivos para la actividad económica. Hemos encontrado escasas señales de que los esfuerzos de redistribución tradicionales tengan un impacto negativo sobre el crecimiento
, subrayan.
Según el documento, esas medidas, por el contrario, permiten sostener un crecimiento más rápido y más durable
y muestran que la inacción ante fuertes desigualdades es indefendible en numerosos casos
.
Este estudio se desmarca así netamente de las recomendaciones del FMI a los países en crisis que, por lo general, se centran en la reducción de los tributos y del gasto público y marginan las desigualdades sociales.