El sistema informático fue incompatible con los diferentes servicios médicos
A junio de 2013, solamente en 2 por ciento de las unidades médicas funcionaba ese instrumento
La ASF detectó que el instituto invirtió $2 mil 569 millones en tecnologías de la información
No existe garantía sobre la seguridad de estos datos por haber humedad en el edificio principal
Miércoles 26 de febrero de 2014, p. 9
En 2012, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) gastó 400 millones de pesos –que no le representaron ninguna utilidad ni beneficio– para echar a andar el expediente clínico electrónico (ECE). De hecho, se detuvo la instalación del sistema informático, porque los datos no pudieron migrar entre los diferentes servicios médicos por ser incompatibles.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que, a junio de 2013, sólo en 2 por ciento de las unidades médicas funcionaba el citado expediente electrónico.
En la revisión de la Cuenta Pública 2012, la Auditoría Superior detectó que el IMSS asignó 13 contratos de manera directa a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), los cuales tenían el objetivo de poner en funcionamiento el expediente clínico electrónico, proyecto que el instituto inició hace 10 años y se suponía empezaría a operar en 2012.
La Auditoría también detectó que el Seguro Social invirtió 2 mil 569 millones de pesos en tecnologías de la información y comunicaciones, pero no existe garantía sobre la seguridad y protección de los datos que resguarda, entre otras razones porque hay humedad en el almacén ubicado en el sótano del edificio principal del instituto.
Además, de acuerdo con la revisión, el Seguro Social no cuenta con mecanismos de seguridad para evitar fugas de información de los diferentes programas electrónicos que maneja sobre patrones y derechohabientes, entre otros. Asimismo, carece de un control sobre las personas que pueden tener acceso al sistema y en algunos otros los datos de empresas y trabajadores están incompletos. De estos últimos resalta la ausencia de información sobre fechas de ingreso al empleo y, por tanto, de afiliación.
Dictamen negativo
De las auditorías realizadas por la ASF al Seguro Social sobresale ésta, cuyo dictamen es negativo y por la cual recomendó iniciar procedimientos administrativos ante el Órgano Interno de Control para que investigue la actuación y/u omisiones en que incurrieron servidores públicos.
En la evaluación sobre el aprovechamiento de infraestructura y servicios de tecnologías de información y comunicaciones, la Auditoría Superior revisó 16 contratos por un importe de mil 661 millones de pesos. Advierte la necesidad de darles seguimiento, pues siguen vigentes en 2014 y podrían causar una afectación mayor al patrimonio de la institución.
Es el caso de los contratos por servicios de impresión, cuyos montos a pagar exceden las necesidades reales del IMSS, la ASF observó que en 2012 se usaron los equipos para imprimir sólo 6 a 7 por ciento de lo contratado en dos máquinas en la ciudad de México, y 7 por ciento en otra instalada en Cancún, Quintana Roo.
Otro contrato por el que el IMSS pagó de más es el de servicio de transmisión de datos a través de la red integral de comunicaciones. Comprende la interconexión de 2 mil 909 nodos distribuidos a nivel nacional, servicio de datos, telefonía y voz, transmisión de videoconferencia y acceso a Internet. El Seguro Social pagó 6.5 millones de pesos de más por sitios no activos de datos y videoconferencia.
La ASF destaca que, como instrumento básico de la seguridad social, el instituto debe garantizar el derecho a la salud y los servicios sociales y económicos de sus afiliados. Para ello requiere la automatización de sus procesos y una sólida infraestructura tecnológica. Entre 2004 y 2012, el organismo invirtió en este rubro alrededor de 12 mil 361 millones de pesos.
Respecto del expediente clínico electrónico, la Auditoría señaló que ‘‘no obstante la gran cantidad de dinero que el IMSS ha invertido en este proyecto’’, hasta junio de 2013 ‘‘sólo se ha desplegado en 40 unidades (2.2 por ciento) de las mil 797’’ con que cuenta el organismo.
El sistema no es compatible en cualquier clínica o unidad médica de los tres niveles de atención en el país, ni se puede consultar el historial del paciente. Además, indicó la ASF, ‘‘el uso del sistema, de acuerdo con los indicadores de consultas atendidas, recetas generadas, entre otros, es nulo en la mayoría de los casos’’.