Lleva 50 años a cargo de los servicios médicos del organismo capitalino
Hasta 2008 enfrentó la primera muerte de un pugilista con Daniel Aguillón
Miércoles 26 de febrero de 2014, p. a15
Un lunes de 1971 en una junta en la Comisión de Boxeo capitalino, el novelista Luis Spota –presidente del organismo– hizo una broma cuando estaba por revelar el nombre del nuevo jefe de los servicios médicos que vigilaría la salud de los peleadores en la Ciudad de México. Era un acto casi protocolario, pues unos días antes había anticipado al doctor Horacio Ramírez Mercado que sería designado en el cargo, en sustitución de Gilberto Bolaños Cacho, quien acababa de morir.
Muy solemne, Spota hizo una pausa y luego dio un nombre inesperado. El doctor Ramírez Mercado se quedó pálido, porque después de 10 años como auxiliar de Bolaños Cacho, aprendiendo con métodos insólitos los secretos para atender las emergencias al filo del cuadrilátero, pensó que ya era tiempo de asumir esa responsabilidad. Ni modo
, se dijo. A seguir aprendiendo
.
No es cierto. El nuevo jefe será el doctor Ramírez Mercado
, corrigió con malicia Spota, y el alma le volvió al cuerpo al recién nombrado.
Después de 42 años al frente del cargo, Ramírez Mercado fue removido con la llegada de la nueva administración, que encabeza el empresario restaurantero Francisco Mijares, en la que el jefe de los médicos será Jorge Romo, un especialista en medicina deportiva y traumatología.
¿Oiga, y usted qué sabe sobre mi situación, si me van a botar o seguiré aquí en la comisión?
, pregunta con genuina preocupación Ramírez Mercado.
La duda lo inquieta porque asegura que las nuevas autoridades no le han dado una notificación formal y todo lo que le llega son rumores. Teme quedar fuera de la comisión y eso le angustia.
¿Cómo le explico? Es que esto no es mi chamba nomás. Son 52 años en el boxeo. Esto es mucho más, es mi vida
, dice con una sonrisa que no combina con el resto del gesto facial.
Refiere que hace una semana recibió la noticia de que habría un nuevo jefe médico. Estaba sentado en el escritorio viejo, repleto de adornos increíbles: un buda de vidrio, figuras extrañas, una ardilla disecada que parece a punto de subir a un árbol. Ninguna computadora.
Me acordé de todos esos grandes momentos que he vivido gracias a este trabajo. Sobre todo del Santo, porque, perdone que lo presuma, yo lo conocí
, dice mientras se golpea el pecho emocionado al recordar que lo tuvo en su consultorio.
Horacio Ramírez Mercado es médico cirujano y es reconocido por su experiencia para atender las heridas e incidentes que se producen sobre el cuadrilátero.
Durante un encuentro que convocó la Asamblea de Representantes en 2008, para revisar lo que ocurría en el boxeo capitalino tras la muerte del peleador Daniel Aguillón, en octubre de ese año, hizo una exposición minuciosa de las heridas que se producen en los combates y los recursos para curarlas.
“Tardé 10 años en aprender a tratar lo que sucede en una pelea, porque el doctor Bolaños me puso a prueba durante mucho tiempo.
Fue en 1971 cuando Spota lo nombró jefe médico. Desde ese periodo Ramírez Mercado no enfrentó un solo incidente mortal, hasta 2008, con la muerte de Aguillón, y hace unas semanas con Óscar Fantasma González. Fueron 50 años sin muertes en el boxeo capitalino porque asegura que hubo mucho rigor en la aplicación del reglamento. Eso se descuidó en los últimos años y ahí, considera, están las consecuencias.