Deuda: 67% para intereses
¡Felipe te dirá cómo...
!
Desaparecen
285 mil millones de pesos
o es la primera vez que en este espacio se hace referencia a uno de los más sobados lemas de campaña utilizado en 2006 por el anterior inquilino de Los Pinos, pero ya con el resultado concreto y las cifras auditadas por la entidad pública legalmente autorizada para ello, vale la pena recordar tal eslogan para contrastarlo no sólo con los resultados concretos sino con la forma en que cumplió
(así lo dijo en su momento) con dicha oferta, que a la letra decía: “hay formas de que México avance sin deudas… ¡Felipe Calderón te dirá cómo!”).
De entrada, quien a los mexicanos prometió vivir mejor
elevó la deuda del sector público a niveles históricos, para que al final de su sexenio el fracaso económico fuera rotundo y a cada uno de los habitantes de este país, incluidos los recién llegados, le cargara un adeudo cercano a 50 mil pesos, algo que es un delito de lesa patria.
Así es. El que diría cómo
no utilizar deuda para crecer a paso veloz, terminó endeudando a los mexicanos hasta la coronilla, dejando agujeros financieros por doquier y con el crecimiento económico más reducido de los últimos cinco lustros, con otro agravante: 67 centavos de cada peso de deuda nueva
los destinó a pagar intereses de la deuda vieja
. Todo, para que al cierre sexenal tal débito alcanzara un máximo histórico.
La Auditoría Superior de la Federación lo detalla así: en el periodo 2006-2012 el gobierno federal registró un endeudamiento neto de 2 billones 252 mil 680.8 millones de pesos, de los cuales más de 1.5 billones (67.7 por ciento del total) se utilizaron para pagar el costo financiero de la deuda
, y poco más de 441 mil millones de pesos para cubrir el déficit presupuestal. El problema se agudiza cuando la propia ASF reconoce que se desconoce el destino
de más de 285 mil millones de pesos de deuda contratada durante el calderonato.
Sólo en el último año de estancia en Los Pinos el gobierno calderonista, explica la ASF, tuvo un endeudamiento neto de 412 mil 298 millones de pesos, de los cuales 257 mil se destinaron para el costo financiero de la deuda, equivalente a 62.3 por ciento del total
, y de los 155 mil y pico de millones restantes, 151 mil sirvieron para cubrir el déficit presupuestario. En este ejercicio, desaparecieron
4 mil 320.5 millones de pesos, pues dice la Auditoría que se desconoce su destino, lo que significa que la mayor parte de los recursos que se obtuvieron con el endeudamiento neto se aplicaron para el pago de los intereses y para cubrir el déficit presupuestario y no para la amortización de capital, por lo que la deuda continúa en aumento, cuando deberían destinarse para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento de los ingresos públicos y del desarrollo económico y social del país
.
Más allá de sus habilidades como mago (desapareció
alrededor de 285 mil millones de pesos en deuda, casi 10 por ciento del débito contratado en el sexenio), el que prometió no endeudarse para alcanzar grandes tasas de crecimiento
para que los mexicanos vivan mejor
, rompió récord en endeudamiento: mil 28 millones 621 mil 370 pesos por día de estancia en Los Pinos, o si se prefiere 42 millones 859 mil.22 por hora, 714 mil 320 pesos por minuto, 11 mil 905 pesos por segundo. Y todo, con una tasa anual promedio de crecimiento
de 1.9 por ciento.
Al igual que no es posible ocultar el rotundo fracaso y las terribles implicaciones que significa el citado 1.9 por ciento de crecimiento
durante el calderonato, los 285 mil millones de pesos desaparecidos
tampoco pueden ocultarse bajo el colchón. ¿Será ese uno de los costos reales de las manos limpias
prometidas por Calderón y sus secuaces? Ese monto equivale al presupuesto anual de la Secretaría de Educación Pública, ¿y nadie sabe dónde quedó?
La Auditoría Superior de la Federación explica que solicitó a la Secretaría de Hacienda (tres fueron los titulares durante el calderonato: Agustín Carstens, hoy en el Banco de México; Ernesto Cordero, hoy en el Senado, y José Antonio Meade, hoy al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores) la documentación comprobatoria del cumplimiento de la obligación de cuidar que los recursos procedentes de financiamientos constitutivos de la deuda pública se destinaron a la realización de proyectos, actividades y empresas que apoyaron los planes de desarrollo económico y social, que generaron ingresos para su pago o que se utilizaron para el mejoramiento de la estructura del endeudamiento público en el ejercicio fiscal de 2012, conforme al artículo 4, fracción IV, de la Ley General de Deuda Pública
.
Sin embargo, la citada dependencia del Ejecutivo no señala de manera puntual el destino de los recursos que obtuvo gobierno federal por el endeudamiento neto de 2012 aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2012
, de tal suerte, dictamina la ASF, que la SHCP no cuidó que los recursos procedentes de financiamientos constitutivos de la deuda pública se destinaran para la ejecución de obras que directamente produjeran un incremento en los ingresos públicos, o para la realización de proyectos, actividades y empresas que apoyaran los planes de desarrollo económico y social, que produjeran ingresos para su pago
.
He allí uno de los resultados concretos del señorcito que a los mexicanos prometió no endeudar más para vivir mejor
. Y en el balance, echen números: cuando Vicente Fox se instaló en Los Pinos, cada mexicano debía 10 mil 200 pesos; esa cifra se elevó a 20 mil pesos cuando, “haiga sido como haiga sido”, llegó Calderón, y a 50 mil 342 pesos a la hora de arribar Enrique Peña Nieto, quien en apenas un año incrementó ese monto a 55 mil 84 pesos, que crece a 59 mil 200 pesos si se considera la deuda de estados y municipios.
Ello es y será pagado, quiéranlo o no, por todos los mexicanos, de los que alrededor del 73 por ciento obtiene un ingreso de cero a cinco salarios mínimos. Todo, en espera de lo que se acumule en 2014, y de que alguna autoridad encuentre
los más de 285 mil millones de pesos de deuda pública desaparecidos
durante el calderonato.
Las rebanadas del pastel
Bombos y platillos, porque finalmente enchiqueraron a Joaquín El Chapo Guzmán. Gran golpe, sin duda, pero el multimillonario negocio se mantiene boyante, y libres sus socios de traje y corbata en la política y el empresariado. Uno menos en la lista de mexicanos marca Forbes; sólo faltan los demás.
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