l 6 de febrero pasado fue el Día Internacional Contra la Mutilación Genital Femenina (Ablación); fecha escogida por la ONU en 2012 para concienciar, sensibilizar, luchar y encontrar maneras para frenar esta aberrante costumbre en diferentes culturas africanas, además de ser una clara discriminación hacia el género femenino, así como una flagrante violación de los derechos humanos de niñas y mujeres.
Por este motivo, me gustaría escribir este sintetizado artículo sobre el clítoris, como una manera más de combatir esta cruenta, cruel, absurda e inaceptable tradición.
El clítoris, ese pequeño órgano carnoso y eréctil que encontramos en la parte superior de la vulva del aparato genital femenino; ese órgano parcialmente escondido y también desconocido, ha sido y es todavía, objeto de discriminación, persecución cultural y escatimado protagonismo, a pesar de su nombre prácticamente universal y las bondades que ostenta en su reducido tamaño.
Su única función es otorgar placer sexual a la mujer, ya que no tiene una función reproductiva y, sin embargo, cuando se habla del órgano sexual femenino invariablemente se piensa en la vagina, cuando es el clítoris el que merece ostentar dicho título al ser mucho más sensible (extremadamente) y el causante directo de todos los orgasmos femeninos, ya que por él discurren los nervios sensitivos (dorsales) y, en términos generales, una gran cantidad de terminaciones nerviosas (ocho mil en su parte externa –el doble de las del pene– comunicadas con otras 15 mil en la región pélvica).
El clítoris, al igual que el pene, posee capuchón, glande y cuerpos cavernosos que se llenan de sangre con la excitación sexual.
Recientemente, se ha empezado a hablar del complejo uretra-clítoris-vagina, una zona de estimulación erótica y sensorial muy potente, de la que todavía queda mucho por descubrir.
En 2011 expertos de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, Estados Unidos) crearon un mapa cerebral del placer sexual femenino, utilizando escáneres para identificar las áreas del cerebro involucradas en la excitación de los genitales femeninos, lo que reveló que la estimulación del clítoris no es la única que activa la corteza sensorial, puesto que también la estimulación de la vagina, el cuello uterino y los pezones desencadenan respuestas cerebrales.
Fue apenas en 1998 cuando se describió la anatomía completa del clítoris por la uróloga australiana Helen O’Connell a través de imágenes por resonancia magnética. Posteriormente, dos investigadores franceses, los doctores Odile Buisson y Pierre Foldès, crearon el primer sonograma completo en 3D de un clítoris estimulado. No obstante, fueron los estudios de Bill Masters y Virginia Johnson los que lanzaron el clítoris a la fama aseverando que la mujer a menudo no queda satisfecha con una única experiencia orgásmica
y demostrando que la mujer bien puede prescindir del hombre al descubrir una sexualidad femenina independiente del coito con los hombres.
El mecanismo del clítoris es muy similar al del pene; como éste, tiene erecciones y eyacula, y al ser un cuerpo cavernoso, también se ve afectado por patologías como la hipertensión, la diabetes y por el ineludible paso del tiempo.
El clítoris es una parte de la anatomía femenina delicada y sensible que debe ser tratada como tal, algo que la mayoría de los hombres todavía desconoce.
* Médico familiar de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco