Los estados y municipios en México en general muestran una pobre gestión financiera, falta de disciplina en el manejo de los recursos públicos y deficiente transparencia sobre la forma de gastarlos, aseguró la calificadora Moody’s. A pesar de un consistente incremento en la transferencia de recursos derivados de las exportaciones de petróleo por parte de la Federación, las posiciones financieras de los gobiernos locales se han deteriorado consistentemente, afirmó.

La agencia justificó en las deficiencias administrativas y en la falta de transparencia del gasto la decisión de no elevar la calificación de la deuda emitida por estados y municipios, en concordancia con el aumento de la nota del gobierno federal realizada el 5 de febrero pasado.

El reporte de Moody’s fue divulgado un día después de que la Secretaría de Hacienda dio a conocer que la deuda de los estados y municipios alcanzó en diciembre pasado un nuevo máximo de 482 mil millones de pesos, cantidad que representó un crecimiento de 48 mil 46 millones en comparación con la registrada al cierre de 2012.

El entorno de México ha sido favorable para la calidad crediticia del gobierno federal y de los de estados y municipios en la última década, y ha estado caracterizado tanto por niveles de crecimiento económico relativamente estables, aunque tal vez por debajo de su potencial, como por mejores condiciones del mercado local, comentó.

En ese entorno, el incremento de los ingresos (tanto petroleros como no petroleros) ha contribuido al saludable flujo de transferencias federales a los gobiernos subsoberanos de México, la cuales aumentaron a una tasa de crecimiento anual compuesta de 8.3 por ciento entre 2003 y 2012.

Aun así, sus posiciones financieras se han deteriorado consistentemente, como muestra el incremento en déficit ocasionados por el crecimiento más acelerado del gasto.

Una mejoría en la calificación de deuda reduce los costos de financiamiento para gobiernos y empresas que buscan capital en los mercados financieros.

Los gobiernos estatales y municipales son sujetos de una pobre vigilancia por parte de instancias superiores de gobierno, aseguró Roxana Muñoz, analista de calificación de deuda subnacional de Moody’s.