Lissete, de 29 años, con 34 semanas de embarazo, ingresó al Hospital de la Mujer el 17 de diciembre con un cuadro catastrófico de preclampsia, perdió el feto y tras sortear hematoma hepático, entre otros padecimientos, casi dos meses después fue dada de alta.

La directora de ese hospital, María de Lourdes Zúñiga, explicó que el embarazo genera factores de riesgo, cualquier mujer sana puede tener preclampsia o diabetes en este periodo.

En conferencia de prensa, Yolanda Rivas, jefa de Terapia Intensiva de ese nosocomio, explicó que se trata de un padecimiento que sólo se presenta en los humanos, de causa desconocida, de una evolución impredecible y no hay ningún método efectivo para evitarlo. Representa la primera causa de muerte materna en México, ya que de mil decesos al año, 30 por ciento se debe a esta complicación.

Se manifiesta como una molestia en el aparato digestivo, pero puede causar daños en todo el organismo, lo más común, explicó, son las hemorragias cerebrales y del hígado, ya que ocasiona daños a los vasos sanguíneos.

Detalló que Lissette es sana y este era su tercer embarazo; una semana antes de ingresar al hospital se detectó hipertensión, y el 16 de diciembre tenía dolor en la boca del estómago, que se le extendía hacia el tórax y la espalda. En ese momento su médico lo atribuyó a molestias digestivas.

Un día después llegó a urgencias como óbito –muerte del bebé– y un ultrasonido abdominal reportó la presencia de un gran hematoma hepático.

La mujer perdió cuatro litros de sangre, casi la mitad de lo que tiene una mujer embarazada que va de siete a siete y medio litros, aunque en cualquier persona lo normal son cinco.

La paciente tuvo complicaciones en el hígado, en la coagulación de sangre, desequilibrio en un riñón, en los pulmones, alteraciones neuromusculares, síndrome de fuga capilar, entre otros problemas.

Ocho hospitales participaron de diversas formas en su tratamiento y el viernes fue dada de alta.