Caracas, 16 de febrero.

Al insistir en que su gobierno enfrenta a una banda de fascistas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró esta noche que se pretende crear una crisis política que justifique un golpe de Estado o intervención gringa. Aceptó que estamos en momentos complejos y pidió que nadie se confíe.

En cadena nacional transmitida por radio y televisión, Maduro anunció que ordenó la expulsión de tres funcionarios consulares de Estados Unidos. Ya tenemos dos meses viéndolos en las universidades haciendo reuniones con el cuento de ofrecer visas, expresó, sin dar más detalles.

Paralelamente, la cancillería rechazó declaraciones del secretario estadunidense de Estado, John Kerry, quien el sábado manifestó estar profundamente preocupado por las crecientes tensiones y la violencia en Venezuela. Las afirmaciones, sostuvo la cancillería, constituyen una maniobra más del gobierno de Washington por promover y legitimar los intentos de desestabilización de la democracia venezolana que han desatado grupos, que el miércoles pasado dejaron tres muertos y decenas de heridos.

El presidente dijo que no acepta amenazas de Washington. Indicó que el gobierno de Estados Unidos le envió un mensaje para que dialogara con la oposición, liberara a los detenidos en las recientes manifestaciones y dejara sin efecto la orden de detención del dirigente opositor Leopoldo López. no somos amedrentables, sentenció.

Desde el Palacio de Miraflores, el mandatario reiteró que hay un golpe en desarrollo. Expuso que el plan es mostrar que es el gobierno el agresor de estudiantes, con un guión escrito por quienes pagan y mandan, o sea, el gobierno de Washington. Venezuela es víctima de una banda de grupos fascistas que agreden a los trabajadores, a la sociedad y al Estado, además de violar los derechos humanos.

Añadió que viene Estados Unidos a acusarnos de violentar los derechos humanos. ¿Qué pasaría en Estados Unidos si se tratara de atentar contra la vida de Barack Obama? A un tuitero lo condenaron por amenazar la vida de Obama, y mostró mensajes en la red social en los que, dijo, amenazaron su vida.

Maduro conversó durante la transmisión con trabajadores del metro que el sábado fueron agredidos y destacó la marcha de sus partidarios celebrada el mismo día con consignas en favor de la paz. Preguntó: “¿quién viola los derechos aquí’”, y reclamó a los opositores Ramón Muchacho, alcalde de Chacao, y al ex candidato presidencial y gobernador de Miranda, Henrique Capirles, por los ataques al metro.

Dijo que ni Capriles ni el alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, garantizaron la seguridad del metro y del metrobús en sus jurisdicciones, afectados por manifestantes.

¿Qué dicen de los grupos violentos que ellos han entrenado para ejercer violencia, que han destruido espacios públicos en Chacao, en Altamira? ¿Qué dicen los dirigentes de la derecha de la destrucción de unidades de metrobús, de los 40 trabajadores heridos?, señaló previamente en Twitter en mensajes en los que también mencionó daños a bancos y espacios públicos.

Las estaciones de Cortijos, Altamira y Chacao se mantienen cerradas luego de que viernes y sábado fueron escenario de disturbios. Por hechos similares ocho rutas del metrobús suspendieron actividades. Algunos vecinos de la zona calificaron de exagerada la suspensión de los servicios.

Ante las denuncias de la oposición sobre supuestas presiones y censura a medios antigubernamentales, Maduro preguntó a sus adversarios de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) cuál es su opinión sobre las agresiones que ha sufrido el canal de televisión estatal Venezolana de Televisión (VTV), al apuntar que por cuarta vez consecutiva fue asediada por grupos violentos.

El ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, acusó a Capriles de ser cómplice de las protestas violentas, ya que no actúa en su jurisdicción para preservar la tranquilidad y custodia de bienes. Dijo que grupos violentos destruyeron instalaciones públicas y privadas de Chacao, perteneciente a Miranda, atacaron a trabajadores del metro y asediaron el canal VTV.

Rodríguez desestimó que los estudiantes sean quienes han generado violencia, ya que las personas involucradas están fuera del rango de los universitarios, pues las motocicletas que utilizan son de alta cilindrada y de elevados costos que no están al alcance de jóvenes de zonas populares de Caracas, y la indumentaria que utilizan tampoco es propia de ellos.

Por lo pronto, estudiantes volvieron a salir a las calles este domingo para denunciar la violencia de encapuchados infiltrados en sus marchas contra la crisis económica y la inseguirdad. Capriles se solidarizó con los estudiantes, responsabilizó al gobierno de la violencia y convocó a una manifestación pacífica para los próximos días.

Por la noche, en manifestaciones opositoras en Altamira miembros de la Guardia Nacional lanzaron gas lacrimógeno.

El opositor Leopoldo López, a quien el gobierno ha acusado de fomentar la violencia, en un video que subió a redes sociales, convocó a una marcha para este martes, y dijo que al término se presentará ante el ministerio de Justicia para que lo detengan.