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Toros

Los astados de La Soledad, disparejos de presentación y de juego

Gran estatura torera de Fabián Barba, que en otra entregada actuación obtiene apéndice

Oreja a José Mauricio por bella y desigual faena, y a Juan José Padilla por fogoso trasteo

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Los toreros Julián López El Juli y Joselito Adame salieron en hombros por la puerta grande de la Plaza de Toros Nuevo Progreso de Guadalajara, Jalisco, al cortar tres orejas, cada uno, en el mano a mano que sostuvieron ante unos 10 mil aficionadosFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de febrero de 2014, p. a43

Cuatro toreros cuatro, uno de ellos español, con ocho astados de La Soledad, propiedad del gobernador priísta de Tlaxcala, Mariano González Zarur, congregaron apenas a 10 por ciento del aforo de la Plaza México –unas 42 mil localidades–, y esta enésima escasa concurrencia ya no tuvo alientos ni siquiera para protestar la desigual presencia y pobre comportamiento de los astados. No es que se haya perdido la afición, es que a espaldas de ésta hace sus cosas la antojadiza empresa.

Si esto último pudiera parecer exagerado, la solvente y entregada actuación del aguascalentense Fabián Barba en la decimotercera corrida de la temporada, frente a un complicado encierro de La Punta, sólo sirvió para que regresara a la Plaza México siete tardes después, en una combinación desalmada y en una maratónica corrida de tres horas 55 minutos de duración. Ah, que los antitaurinos.

Con su primero, apenitas de trapío, que recargó en el puyazo y llegó reservón y deslucido al último tercio, la cabeza torera de Fabián lo fue metiendo en su mandona muleta en series por ambos lados hasta conseguir derechazos imposibles que culminaron con un cambiado por la espalda y un desdén antes de irse por derecho tras la espada y dejar una estocada casi entera atracándose de toro, no rebotando. Verdaderamente conmovido, el público demandó la oreja, con la que Fabián recorrió el anillo, escuchando la emblemática Pelea de Gallos, de Juan S. Garrido, y siendo felicitado, faltaba más, por el mismísimo promotor.

Con su segundo, séptimo de la infame tarde-noche de toros, otro soso que recibió dos varas en el encuentro, Barba volvió a desplegar pundonorosa tenacidad, gran sentido de la distancia y precisa colocación del engaño, logrando de nuevo meritorias series por ambos lados y dejando otra estocada entregándose en la suerte. Pedazo de torero.

El soberbio toreo de capa de José Mauricio –templadas verónicas, medias, capote a la espalda, gaoneras, caleserina y revolera– encontró el complemento en un bello burel de pelaje aldinegro, con nobleza y recorrido, que tras tomar un puyazo trajo por la calle de la amargura a los banderilleros. La faena tuvo muy buenos momentos que, no obstante la quietud de pies de Mauricio y la calidad de su tauromaquia, no lograron ocultar su escaso rodaje. Dejó una entera y recibió una merecida oreja, pero este fino torero no requiere toros de la ilusión sino torear más seguido. Con el cierraplaza, otro áspero y agarrado al piso, José Mauricio realizó un bello quite y un esforzado trasteo. Este torero gusta e interesa, pero santo que no es visto no es adorado.

El jerezano Juan José Padilla, que se llevó el mejor lote, estuvo como siempre, lucido con los palos y empeñoso con las telas. Con su primero, claro y pasador, anduvo voluntarioso pero sin que la faena tomara vuelo. Mató mal y escuchó un aviso. Pero como el hombre mantiene intacto su celo torero, con su segundo, protestado por su poca presencia, tras el puyazo de trámite quitó por tafalleras y larga de rodillas, volvió a lucirse en banderillas y al intentar en los medios un afarolado de hinojos con la muleta casi se lleva la cornada en la cara. Rabioso, volvió a hincarse para ligar cuatro derechazos y de pie torear por ambos lados a otro con calidad y transmisión que a la postre estuvo por encima del torero, quien desmadejado y nervioso recibió una oreja entre división de opiniones.

Con el peor lote pechó Alfredo Gutiérrez, que anduvo desenvuelto y dispuesto, pero sin arrebatarse. Por su parte el magnífico banderillero Christian Sánchez consiguió su salida al tercio número 60 en esta plaza. Enhorabuena.