Salinas: irrelevante y pernicioso
arlos Salinas reitera consejos y opiniones que ha dado a los dirigentes de México desde las múltiples plataformas a que tiene acceso. Ahora acusa a uno de sus antiguos colaboradores de intentar salir de la irrelevancia con declaraciones sensacionalistas. Tengo la impresión de que proyecta angustia respecto de sí mismo. Su presencia y activismo son irrelevantes. No creo que ejerza influencia decisiva ni en el gobierno actual (a pesar de la leyenda en contrario). Ni siquiera sobre el PAN, con el que fue, de modo convenenciero, tan generoso. Tiene tal carga negativa que su asociación sería un costo que nadie querría pagar. Pero su presencia en el foro público es muy dañina, porque es ejemplo vivo de la impunidad que corroe la vida de la República.
Aunque nadie puede negar su agilidad mental y su vocación por el poder, hay hechos y actos del ex presidente que causaron grave daño a la nación, de los que nunca ha rendido cuentas y ni siquiera se ha completado una investigación. Han quedado impunes.
Entre 100, mencionaré dos: la crisis económica de 1994, que provocó el colapso del sistema bancario, el Fobaproa y otros eslabones de la cadena que mantienen a México con una economía estancada. La gran apuesta de Salinas era lograr que México siguiera una vía similar a la de China: insertarse en la globalización cambiando todo –políticas, valores, dogmas–, menos el control político de la sociedad (L. Meyer, Reforma, 11/12/03). El resultado son décadas sin crecimiento, polarización social, violencia y devastaciones que usted padece. Ni él ni sus colaboradores han respondido por esos daños.
Investigaciones periodísticas demostraron que aprovechó y dispuso de miles de millones de pesos de una partida secreta de dinero público, con la cual enriqueció a familiares y amigos, a cuyas cuentas bancarias transfirió fondos del erario. Estos hechos fueron confirmados por el ex presidente Miguel de la Madrid, quien lo acusó de su inmoralidad respecto del dinero
. En tiempos de Zedillo se abrió un expediente y se acumularon pruebas de estados financieros y cuentas bancarias presentadas por la PGR. No se dio seguimiento a la investigación y los delitos quedaron impunes (Miguel Badillo, Contralínea, 4/12/11).
Salinas puede ser irrelevante, pero su presencia en la vida pública genera un pernicioso efecto de demostración: si uno tiene poder suficiente puede hacer perder el rumbo a un país, destruir su economía, perpetrar fraudes electorales, saquear e incluso auspiciar o encubrir crímenes sin consecuencias. En otros países estas conductas han sido perseguidas y castigadas. Aquí los que fueron malos gobernantes, los pícaros, exhiben sus riquezas mal habidas, dan consejos y opiniones desde un cinismo perfecto. La impunidad se exhibe como insulto para todos.
Twitter: @ortizpinchetti