Con la presentación de una muestra biográfica acerca del pintor Gustav Klimt (1862-1918), el Centro Austriaco de Lectura reabrió sus puertas el jueves en la Biblioteca de México José Vasconcelos, ubicada en La Ciudadela.

El acervo reúne poco más de mil 590 libros, 75 revistas y devedés sobre bellas artes, historia, lingüística, literatura y cultura austriaca, así como algunos títulos sobre economía y técnicos en ediciones bilingües (alemán y español).

El espacio, ideado para disfrutar la literatura y otros temas de interés de Austria, fue fundado en 2009, no obstante, cerró durante algún tiempo y ahora, tras dos años de trabajos, volverá a dar servicio al público, el cual podrá encontrar obras de autores que no necesariamente tuvieron como lengua materna el alemán, sino que fueron traducidos a este idioma.

En la sala de lectura hay libros de William Shakespeare, Rainer Maria Rilke, Arthur Schnitzler, Thomas Bernhard, Robert Musil, Joseph Roth, Peter Handke, Elfriede Jelinek, Franz Kafka, Jacov Lind y Stefan Zweig, entre otros.

Este espacio es el primero que Austria inaugura en América Latina, como un precedente con el que pretende la apertura de bibliotecas similares en otros países de habla hispana.

Retratos de mujeres

La exposición sobre el famoso artista austriaco Gustav Klimt, uno de los más agudos representantes del movimiento modernista, fue conformada por el Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria.

Se trata de una exhibición sobre los periodos creativos de Klimt, ilustrada con fotografías e imágenes de su obra, entre ellas, algunas poco conocidas así, como los paisajes que realizó durante sus veraneos en la región de Attersee.

También se pueden conocer datos importantes del pintor, por ejemplo que su arte, durante su llamada época de oro, no era accesible para todos: “Sus clientes eran en su mayoría hombres y pertenecían a la clase media alta. Sus encargos eran un reflejo de la sociedad vienesa, y a menudo se especuló sobre una posible relación entre el artista y una de las mujeres representadas. La periodista Berta Zuckerkandl describió a Klimt como el ‘creador de la mujer moderna’”.

Acerca de sus modelos, en la exposición se explica que Sonja Knips (1873-1959) “fue la primera que se dejó retratar por Gustav Klimt en 1898. A partir de entonces, casi todos los años, hasta 1907, Klimt pintó por lo menos un retrato de una dama. El de Margaret Stonborough Wittgenstein (1882-1958) marcó un punto de inflexión en la opinión de Klimt sobre los retratos de mujeres. Las damas de la alta sociedad hasta entonces habían sido fusionadas con el fondo de manera impresionista, pero a partir de 1905 dominaban cada vez más las formas geométricas, acompañadas de superficies doradas.

“‘Los mosaicos de gran esplendor’, así de entusiasmado escribió Gustav Klimt una postal a Emilie Flöge sobre sus impresiones durante su viaje por Italia, el 2 de diciembre de 1903. Los mosaicos de Rávena, de gran colorido y con predominio del dorado, impulsaron el aumento en el uso de colores dorados en sus obras a partir de 1903”.

La muestra, que concluirá el 13 de abril, también aporta datos de las pinturas que el artista realizó en la Universidad de Viena, sobre su faceta de dibujante, acerca del magistral Friso de Beethoven realizado para la Exposición de la Secesión vienesa, entre otros aspectos.