La Iglesia católica de México rechazó la decisión del Congreso de Coahuila de permitir que parejas homosexuales unidas por pacto civil de solidaridad puedan adoptar menores. Nuestra posición de ninguna manera es contra los homosexuales o cualquier otra forma de vida, sino a favor de los niños. Manifestamos nuestro rechazo a esta ley porque va en contra de la ley natural de tener papá y mamá, expresó este jueves en un comunicado el obispo de Piedras Negras, Coahuila, Alonso Gerardo Garza Treviño.

Los diputados estatales de Coahuila eliminaron del Código Civil de esa entidad la prohibición a parejas homosexuales para adoptar, con base en un mandato del Tribunal Superior de Justicia del Estado que consideraba esa medida discriminatoria.

Consideró que esa ley, aprobada por el Congreso de Coahuila en sesión extraordinaria el martes pasado, coloca en inminente situación de desventaja el desarrollo integral del niño, al no tener elementos de heterosexualidad, con una sola visión de pareja. Por ello, instó a promover programas de defensa y exaltación de los valores familiares.

El prelado afirmó que no se puede permanecer indiferente ante situaciones que vulneran derechos fundamentales, en particular de los que no pueden defenderse, como son los niños que han perdido a su padre y/o madre.

La decisión va contra el derecho esencial a crecer en una familia integralmente equilibrada, o que al menos garantice lo más indispensable para su desarrollo armónico. Buscando los legisladores promover un derecho, se perdió otro: el de tener padre y madre. Es cierto que hay quienes no tienen padres, pero es por las circunstancias, no por la ley.

Garza Treviño, ex tesorero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, cuestionó que los diputados no tomaran en cuenta a la mayoría de sus representados y nieguen a los ciudadanos la posibilidad de elegir el modelo de familia que prefieren”. Con esta ley, ¿qué futuro le espera a nuestras familias y a nuestra sociedad?