l diputado priísta José Ramón Gutiérrez de Velasco, ex alcalde de Veracruz por el Partido Acción Nacional (PAN), encontró la receta para tranquilizar a los ciudadanos y de paso resolver el embate de la delincuencia, cuya actividad mostró notorio repunte en los días recientes, particularmente en las conurbaciones Veracruz-Boca del Río, Xalapa-Coatepec y Coatzacoalcos-Minatitlán.

Ante los secuestros, extorsiones, asaltos en carreteras, mensajes alarmantes en la red denunciando desaparición de niños y levantones prácticamente cotidianos, salió a dar la cara como presidente de la comisión de seguridad de la legislatura, primero, para defender la actuación de la Secretaría de Seguridad Pública y, luego, para criticar a las organizaciones empresariales, a las que acusó de hacer declaraciones que no son correctas con la realidad.

Respondió de este modo a la denuncia del empresario de aparatos ortopédicos Alfredo García Hernández, quien el 22 de enero, desesperado, colocó mantas en la fachada de sus dos negocios solicitando auxilio al gobernador y a los derechos humanos (sic) debido a que me están extorsionando. Al día siguiente huyó con su familia.

Si los empresarios tienen miedo, que se queden en su casa, dijo categórico Gutiérrez de Velasco, a quien los jarochos le endilgaron el mote de Joserratón debido a la estela de corrupción que dejó a su paso por la presidencia municipal.

En semanas recientes la inseguridad ha retomado sitio preponderante entre las múltiples preocupaciones de los veracruzanos debido al incremento de los secuestros, particularmente en el sur de la entidad, donde, según Luis Fajardo Vázquez, director del Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, y de acuerdo con información hemerográfica y testimonios de cámaras patronales, se reporta un plagio por semana, pero se estima que en la zona se cometen alrededor de 10 delitos de esta naturaleza.

A la solución del diputado se sumó el delegado de la Secretaría de Economía, José Antonio Mansur, quien instó a todo mundo a hablar bien del estado con el propósito de atraer inversiones y transformar a Veracruz en un lugar más sexy.