Chilpancingo, Gro., 30 de enero.

Unas 2 mil personas, entre comerciantes y ciudadanos de esta capital, así como de la comunidad El Ocotito, marcharon por la paz y en solidaridad con el ex dirigente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Pioquinto Damián Huato, quien el martes pasado fue objeto de un atentado en el que murió su nuera.

A su vez, unos 300 integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), de la casa de justicia de El Paraíso, municipio de Ayutla de los Libres, marcharon desarmados por la carretera Chilapa-Tixtla, en solidaridad con los pobladores de Chilpancingo.

Desde las 13 horas de este jueves, los manifestantes, vestidos de blanco, se concentraron en el parque Margarita Maza, de donde partieron rumbo al zócalo.

En el trayecto se sumaron más de mil personas provenientes de El Ocotito, así como de otras comunidades, que corearon consignas como ¡Chilpancingo, despierta, la violencia está en tu puerta!, ¡Pioquinto, el pueblo está contigo! y ¡No más muertes!

Hubo tensión en la Autopista del Sol México-Acapulco, cerca del hotel Parador del Marqués, cuando unos 300 soldados y al menos 200 policías estatales intentaron impedir que más de mil personas provenientes de El Ocotito llegaran a la capital.

Los militares instalaron un retén en la mañana y cerca de las 13:30 horas, cuando llegaron los contingentes de El Ocotito, intentaron revisarlos para ver si portaban armas. Luego de gritar consignas contra los soldados y el gobernador Ángel Aguirre Rivero, avanzaron a Chilpancingo.

En el zócalo llevaron a cabo un mitin en el que exigieron paz y seguridad y repartieron copias de un oficio entregado a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, en el que se exigió al gobierno garantizar el derecho humano a la vida. Chilpancingo se ha convertido en el paraíso de quienes se dedican a matar, a secuestrar, a robar, todo ello ante la complacencia de los responsables de brindar a los ciudadanos todas las medias de seguridad, dice el documento.

Volverán a clases el martes si se refuerza la vigilancia

Piden cuartel de la PF o del Ejército

Héctor Briseño, corresponsal

Acapulco, Gro., 30 de enero.

Más de mil profesores de 240 planteles de cuatro zonas escolares de las colonias Renacimiento, Las Cruces, La Sabana y Emiliano Zapata, en la periferia de este puerto, pararon labores en solidaridad con docentes de la primaria Jaime Torres Bodet, luego que el martes un maestro fue secuestrado en las inmediaciones del colegio, y tras la intervención de la policía fue liberado cuatro horas después.

Este jueves por la mañana más de 300 mentores se reunieron en la subcoordinación de los servicios educativos de la región Acapulco-Coyuca de Benítez de la Secretaría de Educación de Guerrero, para exigir a las autoridades seguridad. La suspensión de actividades afectó a unos 5 mil alumnos.

Los inconformes colgaron una pancarta con la leyenda no más secuestros ni extorsiones para el pueblo y el magisterio. ¡Exigimos verdadera seguridad y no simulación! Advirtieron que regresarán a clases el próximo martes, si la autoridad cumple con la vigilancia y los patrullajes en las zonas más peligrosas, como prometió en las reuniones efectuadas la semana pasada.

Los profesores exigen el restablecimiento de rondines policiacos en los alrededores de escuelas en puntos conflictivos, así como en las entradas y salidas de varias colonias, además de completar la instalación de botones de pánico y cámaras de vigilancia en los planteles.

También demandaron construir un cuartel de la Policía Federal o del Ejército en un predio ubicado frente al módulo de la Comisión de Agua en Renacimiento, y reforzar la seguridad en las escuelas con elementos bien capacitados para hacer frente a cualquier contingencia.

Los docentes aseguraron que las empresas de seguridad privada contratadas por el gobierno estatal tienen limitaciones de personal y armamento.

En respuesta, Joaquín García Mondragón, delegado de los servicios educativos de la región Acapulco-Coyuca de Benítez, anunció reuniones de evaluación semanales entre maestros y policía.