El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, pidió que el operativo desplegado por el gobierno federal para restablecer la seguridad en el estado de Michoacán continúe, ya que hasta el momento sus resultados han sido positivos y se ha logrado detener a algunos líderes de Los caballeros templarios.

Tras la presentación de su informe de actividades 2013 en la Cámara de Diputados, el ombudsman nacional afirmó que la estrategia en Michoacán parece que ha ido avanzando de una manera más o menos adecuada, en un sentido en el que se han dado detenciones y se ha buscado acompañamiento con la sociedad en general.

En rueda de prensa, el funcionario dijo esperar “que este esfuerzo se mantenga y permanezca en ese lugar hasta que se logre resolver la condición de inseguridad que prevalece en el estado de Michoacán. Hemos observado cómo se ha detenido a algunos líderes (templarios). Seguramente faltan muchos más, pero aquí lo importante será que permanezca este esfuerzo”.

Por otro lado, Plascencia consideró que la incorporación de los grupos de autodefensa a los cuerpos de defensa rurales, bajo el mando del Ejército, es un paso importante para regularizar su tarea y orientarla dentro de una estructura legal, para que de esta forma su labor quede muy clara en términos de que está apegada a la ley y se distinga de aquellos que actúan de forma ilícita.

Durante la lectura de su informe, el ombudsman reconoció algunos avances legales ocurridos en 2013, como la promulgación de la Ley General de Víctimas y una nueva Ley de Amparo, pero enfatizó que el sentimiento de incertidumbre social por la violencia derivada de la ineficacia de los cuerpos policiales propició que en algunos estados de la República se multiplicaran las expresiones de la sociedad civil a través de grupos de autodefensa.

A propósito de las afirmaciones del titular de la CNDH, Agnieszka Raczynska, secretaria ejecutiva de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos, advirtió que la estrategia del gobierno federal en Michoacán sigue estando basada en la militarización de las comunidades afectadas y en la disolución del gobierno local por medio del nombramiento del comisionado Alfredo Castillo Cervantes.

En este momento la estrategia está basada en la captura de los líderes del crimen organizado y en desarmar a las autodefensas, pero no hay claridad sobre qué pasará después con la población civil que se quedará ahí y qué acciones se impulsarán para reconstruir el tejido social, dijo la activista, quien advirtió sobre la posibilidad de que se repita la misma táctica que en el gobierno de Felipe Calderón.

Édgar Cortez, miembro del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, subrayó, por su parte, que el apoyo de la CNDH a la estrategia de seguridad en Michoacán es una declaración a la ligera, pues todavía no ha pasado el tiempo suficiente para evaluarla a profundidad, y consideró que en vez de dar su aval, Plascencia Villanueva debería informar si las instituciones del Estado han respetado las garantías básicas de la población.

Llama la atención que el presidente de la CNDH se vuelva un opinador del tema, cuando su obligación es vigilar el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos. Lo que tendría que hacer es presentarnos datos e información sobre esto, que es su principal responsabilidad, aseveró.