También urgía para apoyar al técnico, dice el delantero de Pumas
Miércoles 29 de enero de 2014, p. a14
Después de ganar, un jugador se levanta al día siguiente con todo el entusiasmo para escurrirse el cuerpo en el entrenamiento. Lo hace de buen ánimo, dice Martín Bravo, autor de los dos goles con los que Pumas volvió a saborear lo que se siente irse con gusto a los vestidores después de una victoria.
La última vez que habían celebrado algo los universitarios fue hace cuatro meses, cuando vencieron de visita a Jaguares (3-0). La última victoria en casa fue ante Monterrey por un gol solitario. Luego sobrevino la caída que parecía no terminar.
Hay que ser sinceros, teníamos mucha presión y ahora con la victoria se siente alivio
, dice Bravo después del entrenamiento en Ciudad Universitaria.
Pero eso –continúa– no significa que ya se acabó la presión porque aún están en los puestos bajos de la tabla de clasificación, el sitio 14. No somos los mejores
, ataja.
Esta victoria urgía también para apoyar al técnico (José Luis Trejo), eso hay que hacerlo cada semana, pero sí ayuda y ahora Pumas debe acostumbrarse a ganar para volver a ser protagonista
, estima el atacante.
Esa presión pesaba sobre todo el cuadro, pero uno de los blancos que más insultos recibía fue el propio Bravo. Lo abucheaban al escucharse su nombre en los altavoces y cuando salía de cambio.
No creo que la afición cambie su opinión de mí tan rápido, veremos qué hace este próximo fin de semana, si me silba está bien
, dice sin rasgo de molestia.
Sí duelen los insultos pero no trabajo para callar bocas; además, la gente puede tener millones de opiniones
, afirma.
El domingo ante Xolos podrán empezar el recorrido hacia la reconciliación con su afición. Es una oportunidad de oro; la gente necesita una victoria en casa después de nueve meses de no poder conseguirlo
, sostiene.