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Panistas apuestan por Alfaro

E

l hervidero político de Jalisco está ya al rojo vivo. Y aun cuando faltan 18 meses para los comicios de 2015, que renovarán las presidencias municipales, el Congreso local y las diputaciones al Congreso de la Unión, los partidos políticos ya se aprestan para la batalla.

Pareciera que falta mucho tiempo, dicen los dirigentes, pero la contienda por las alcaldías y el Legislativo local está a la vuelta de la esquina. Quienes más se mueven en esta lógica son los cuadros del partido Movimiento Ciudadano y los disidentes de Acción Nacional, que no le ven al blanquiazul un futuro prometedor para los próximos cuatro años en Jalisco.

Todos, militantes de MC y panistas, tienen todas sus canicas jugando en torno de la figura de Enrique Alfaro, el polémico y controversial ex candidato al gobierno estatal que echó al panismo hasta un lejano tercer lugar en las preferencias electorales en esta entidad.

Enrique Alfaro y su popularidad se han convertido, así, en un factor principalísimo de la fractura del PAN jalisciense, cuya decepcionada militancia ve en el ex priísta y ex perredista una opción viable para regresar al poder, primero ganando los municipios más importantes de la zona metropolitana, que después los catapultarían a una posición más competitiva para el 2018. Y no quitan el dedo del renglón; unos y otros no hacen más que cálculos y cuentas sobre cómo llegarán a la escala de 2015.

El primer paso para esa alianza contra el Partido Revolucionario Institucional se dio ya en el Congreso local con la constitución del llamado bloque opositor G-10, en el que confluyen todos los diputados de MC y cuatro legisladores panistas, quienes recibieron ayer un ultimátum de lo que queda de su dirigencia: o renuncian al G-10 o serán expulsados del blanquiazul. Ni falta que hace la amenaza: son decenas los panistas que sólo esperan un guiño de Enrique Alfaro para sumarse a su causa.

Hábil y pragmático, astuto, sin lugar a dudas, Enrique Alfaro ha renunciado ahora a la identificación que con la izquierda tuvo hasta 2012. Ahora es un aglutinador social… eso dice.