Los abusos y maltratos del personal médico hacia los pacientes, como las mujeres en las salas de parto, es una preocupación constante y aunque no es una práctica sistemática ni de la mayoría de los profesionales de la salud, representa un problema que debe corregirse, afirmó José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dijo que siempre existe preocupación por los asuntos éticos. El trabajo del médico está basado en la confianza del paciente y ésta se gana con conocimientos y también con el trato, la cercanía, el compromiso humano y personal de los profesionales de la salud, apuntó.

En días pasados, se dieron a conocer los resultados de la investigación de Roberto Castro Pérez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, en la cual documentó el maltrato y abuso que cometen los médicos en contra de las mujeres en trabajo de parto en los hospitales.

Esta situación es constante en los nosocomios y proviene de los médicos –hombres y mujeres– que, por ejemplo, pretenden bromear delante de las pacientes a punto de dar a luz, con comentarios sobre los niños que se les han muerto al momento de nacer o conminaciones para que dejen de gritar y se aguanten, o la amenaza de que les realizarán prácticas innecesarias, como la episiotomía como castigo.

En entrevista al respecto, el rector reconoció que esa ha sido la historia de la medicina. A muchos nos duele lo que pasa, pero aún siendo muchos, muy duros y difíciles, no pueden opacar el trabajo de la inmensa mayoría.

Calificó de muy positivo que se identifiquen los abusos para corregirlos, porque es una realidad que se debe cambiar y, de manera sistemática también, fortalecer los valores del personal de salud.

Todos debemos asegurarnos, educadores y prestadores de servicio, que eso no suceda en nuestras instalaciones públicas o privadas, indicó.