Viernes 24 de enero de 2014, p. 22
La participación de México en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en Davos, Suiza, ya resulta rutinaria
puesto que ha estado presente prácticamente desde que fue fundado con ese nombre en 1987 aunque sus antecedentes datan de los setenta, en plena época de los programas de ajuste económico del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), aseveró Arturo Ortiz Wadygmar, especialista en economía mundial del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.
Fundado por Klaus Schwab, un economista suizo, el WEF es un escenario que ha servido para que el presidente mexicano en turno, dijo, reciba aplausos y loas
por las medidas económicas que impone, acordes a los lineamientos neoliberales y en pro de la globalización marcados por los organismos multilaterales y seguidos por dicho foro aún cuando éste se presenta como una fundación internacional independiente, sin fines de lucro y no ligada a intereses políticos, partidarios o nacionales.
Poder económico y político
Si bien el foro no se circunscribe a cuestiones económicas ni sólo acuden funcionarios gubernamentales y representantes de organismos financieros multilaterales y grandes empresas, pues también participan académicos, intelectuales y representantes de organismos civiles que discuten y proponen soluciones a diversos problemas, el investigador de la UNAM consideró que éstos son solo pegostes
y lo relevante del WEF lo determinan quienes detentan el poder económico y político, por lo que se asemeja a los foros del FMI y del BM.
Es una reunión triunfalista entre los sectores beneficiados con la globalización. Por eso lo que ahí se expone y discute resulta reiterativo porque se van a echar loas entre ellos mismos, es un escenario para que presuman los avances logrados según la visión neoliberal y concreten negocios
, expresó Ortiz Wadygmar.
Consideró que el presidente Enrique Peña Nieto es reconocido ahora por los políticos y empresarios que acuden a la reunión anual del WEF, como en su momento lo fue el ex presidente Felipe Calderón quien fue galardonado en dos ocasiones por el foro: en 2012 con el Premio al Estadista Global y en 1997 como Líder Mundial del Futuro.
La única diferencia, abundó, “es simplemente que el pastel está completo. Calderón avanzó en 85 por ciento y ahorita Peña ya concretó todo con las reformas y se le elogia que lo hizo muy rápido, como si fuera un acto heroico, cuando todo estaba preparado
.