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Estos son años de exterminio de los indocumentados, señala el fraile Tomás González

Entregan reconocimiento fundado por Samuel Ruiz a la casa de migrantes La 72

El K’anan Lum está dedicado a los cuidadores de los pueblos y de la tierra

Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 23 de enero de 2014, p. 15

San Cristóbal de las Casas, Chis. 22 de enero.

Durante la entrega del reconocimiento K’anan Lum, presidida por el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, y el profesor Alberto Patishtán, entre otros, el fraile Tomás González Castillo, en nombre de la casa de migrantes La 72, de Tenosique, Tabasco –una de las organizaciones distinguidas en esta ocasión–, expresó: estos son años de exterminio del pueblo migrante, catapultados por el sistema criminal que domina nuestros países.

El reconocimiento, fundado por el tatic Samuel Ruiz García, está dedicado a los cuidadores de los pueblos y de la tierra. En esta ocasión se entregó a quienes cuidan, modestamente, a los seres más modestos y desamparados: los migrantes de paso por estos territorios. Otra casa de refugio que recibió la distinción, la de Pakalná (en los suburbios de Palenque), trabaja no sólo en colaboración con La 72, sino también en un contexto violento similar. En poco más de un año de establecida (aunque su proceso empezó en 2007, ante la primera gran oleada de indocumentados centroamericanos) atendió a 20 mil 864 personas, y ya ha sido amenazada seriamente por “mareros drogados” y traficantes de mujeres, reveló el padre Beto, quien encabeza el equipo de voluntarias y religiosas de la Casa del Caminante, en una de las zonas más calientes de Chiapas: Pakalná, sede de narcos y polleros. (Y en breve, de un nuevo aeropuerto internacional).

Aunque el K’anan Lum se da en un contexto católico, el tercer reconocimiento fue para el Grupo Ecuménico de Hortalizas, de la comunidad Pablo L. Sidar, en Chicomuselo, un colectivo de familias evangélicas y católicas de la región fronteriza que durante seis años han cuidado el medio ambiente y desarrollan una agricultura alternativa y solidaria.

Asistieron al acto ganadores de ocasiones anteriores, como Las Abejas de Acteal, Xi’Nich, las comunidades San Salvador y Nuevo Tila, Pueblo Creyente, la Coordinadora Diocesana de Mujeres, el Comité de Derechos Humanos Oralia Morales y el mencionado Patishtán, quien lo recibiera en prisión en 2010 de manos del propio tatic Samuel, a quien esta celebración está dedicada. No ha muerto. Está aquí con nosotros, dijo Patishtán.

Fue el hombre más humilde y justo

El obispo Vera, con su habitual entusiasmo, que puede ser demoledor llegado el caso, dijo que Samuel Ruiz fue el hombre más humilde y más justo que he conocido, y admitió que el reconocimiento, que otorgan varios organismos civiles por indicaciones del propio tatic Samuel, busca prolongar sus ideales para la justicia y la paz. Así, el premio se da a gente que está luchando, para animarla a que siga.

Recordó que el reconocimiento se origina en 1999, cuando autoridades espirituales de los pueblos tzeltal, tzotzil, chol, tojolabal y zoque nombraron a Ruiz García Cuidador de los pueblos, en Amatenango del Valle. De allí, éste impulsó que el K’anan Lum (literalmente guardián o cuidador de la tierra, en tzeltal) se entregara a quienes luchan por la justicia y la paz en el sureste.

A tres años de su muerte, dijo el obispo Vera (llamado también tatic por los indígenas): “entendemos mejor lo que quisieron decirle los hermanos en esa ocasión al tatic Samuel; ahora él puede más”. (¿Será que como el Cid Campeador sigue ganando batallas?) Las experiencias, ya son 15, que han recibido la distinción (un reconocimiento y un cargo, precisaron los organizadores) confirman, según Vera López, que la transformación del mundo es posible y está ocurriendo. Retomando lo que representan las casas de refugio, señaló que a los humildes migrantes, las autoridades mexicanas los tratan como insurrectos, y los paramilitares del caso serían las maras, los guardias privados del ferrocarril y las policías mexicanas. Lo que Misar, joven voluntaria de La 72, llamó a dejar atrás: una crisis que está viviendo la humanidad.