Beirut, 21 de enero.

Al menos cuatro personas perdieron la vida y otras 35 resultaron heridas este martes a causa de un atentado suicida en un distrito residencial del sur de Beirut, zona en la cual predomina la milicia chiíta Hezbolá, hecho que fue condenado por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.

El estallido del auto proporcionó nuevas evidencias de la expansión del conflicto sirio al vecino país, tras el involucramiento de Hezbollah, que ha enviado combatientes y asesores para ayudar al gobierno del presidente Bashar Assad, su aliado y miembro de la minoría alauí, derivada del chiísmo, contra los rebeldes sunitas.

La explosión se produjo en una concurrida calle de pequeñas tiendas y restaurantes en el área de Haret Hreik. Pasaba por la calle y se produjo la explosión, dijo Kamal Abdel Ali, un herido en un hospital cercano. No sé cómo pero volé y caí al suelo, agregó.

Una cuenta de Twitter supuestamente dirigida por la rama libanesa de Nusra Front, un grupo rebelde sirio con vínculos con Al Qaeda, dijo que había perpetrado el ataque, pero no fue posible verificar la reivindicación.

Este atentado es el sexto en seis meses y el tercero en un mes contra el Hezbolá. La capital libanesa ha sido blanco de hechos similares, como el que el pasado 19 de noviembre dejó un diplomático iraní muerto, durante el ataque a la embajada de la nación persa en Beirut.

Ban afirmó que los recurrentes actos de terrorismo y violencia son totalmente inaceptables y llamó a que los autores de este crimen cruel sean llevados ante la justicia. Asimismo, instó a todas las partes a esforzarse por la unidad nacional como mejor salvaguarda de la seguridad y estabilidad en Líbano frente al terrorismo.

Esa unidad nacional es la mejor manera de salvaguardar la estabilidad y la seguridad del país ante los ataques terroristas, añadió el secretario general de la ONU.