El religioso Scarano es procesado por contrabando de 26 mdd; 52 personas son investigadas
Miércoles 22 de enero de 2014, p. 25
Ciudad del Vaticano, 21 de enero.
El religioso Nunzio Scarano, ex empleado de la administración financiera del Vaticano, quien está en arresto domiciliario procesado por el presunto contrabando de 20 millones de euros (26 millones de dólares) de Suiza a Italia, recibió este martes otra orden de detención en un caso aparte, acusado de usar sus cuentas en el banco de la Santa Sede para lavar dinero.
La policía financiera en la ciudad meridional de Salerno dijo que Scarano, apodado Monseñor 500 euros (porque son sus billetes favoritos), transfirió millones de euros en donaciones ficticias de empresas extranjeras a través de sus cuentas en el Instituto para las Obras de Religión, el nombre oficial del banco del Vaticano.
La policía indicó que fueron confiscados 6.5 millones de euros en cuentas bancarias y bienes inmuebles, incluido el lujoso departamento de Scarano en Salerno, lleno de pinturas al óleo con marcos dorados, vasijas de cerámica y otras antigüedades.
Un sacerdote local también quedó en arresto domiciliario, mientras un notario público fue suspendido por su presunta participación en el plan para lavar dinero. La policía aclaró que 52 personas son investigadas.
El abogado de Scarano, Silverio Sica, dijo que su cliente simplemente aceptó donaciones de personas que creyó actuaban de buena fe, a fin de crear un hogar para enfermos desahuciados. Sin embargo, admitió que Scarano usó el dinero para pagar una hipoteca.
La investigación de Salerno ya había comenzado cuando Scarano fue detenido en Roma el pasado junio por el caso del contrabando.
La fiscalía y Sica han dicho que el dinero involucrado, tanto en el caso de contrabando suizo, como en el caso de lavado de dinero de Salerno, se originó en el interior de una de las familias navieras más importantes de Italia, los D’Amico.
La policía financiera explicó este martes que los D’Amico pusieron a disposición de Scarano más de 5 millones de euros vía empresas en el extranjero.
La policía y Sica describieron el plan de lavado como sigue: Scarano presuntamente retiró 555 mil 248 euros en efectivo de su cuenta en el Vaticano en 2009 y los trasladó a Italia. Como no podía depositarlos en un banco italiano sin generar sospechas, eligió a 50 amigos para que aceptaran 10 mil euros cada uno en metálico a cambio de un cheque o una transferencia electrónica por esa misma cantidad.
Luego el dinero fue aplicado para pagar la hipoteca de una propiedad de Salerno que está a nombre de una compañía de la que Scarano es propietario en parte.
La familia D’Amico, de Salerno, negó en julio su participación. Ningún miembro ha sido arrestado por estas acusaciones.
Scarano fue cesado en su cargo como contador en la principal oficina financiera del Vaticano, y funcionarios de la Santa Sede congelaron sus cuentas en el banco tras su detención.
El fiscal del Vaticano dijo la semana pasada que la Santa Sede respondió a las dos peticiones oficiales de Italia para que proporcionara información sobre las cuentas de Scarano, al tiempo que solicitó ayuda a las autoridades italianas en su propia investigación al clérigo por el presunto lavado de dinero.
La pesquisa del Vaticano sobre la actividad bancaria de Scarano mostró que unos siete millones de euros habían ingresado y salido de sus cuentas en el banco durante la última década.
Su detención en junio derivó en la renuncia de los dos principales gerentes del banco del Vaticano y aceleró las gestiones para hacer que el problemático instituto se ajuste a las normas internacionales contra el lavado de dinero.
En otro orden, la arquidiócesis de Chicago sacó hoy a la luz al menos seis mil documentos que evidencian el abuso infantil cometido por 30 clérigos hace varias décadas.