Nueva York, 21 de enero.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) defendió hoy con firmeza la exclusión de Irán de las conversaciones de paz para Siria que comienzan este miércoles en la localidad suiza de Montreux, tras recibir críticas de Rusia y del gobierno de Teherán, mientras Damasco advertía que la suerte del presidente Bashar Assad es la línea roja que nadie puede cruzar.

El ministro iraní del Exterior, Mohammad Javad Zarif, acusó a Ban Ki-moon de haber retirado hoy, bajo presión, su invitación a la conferencia Ginebra 2 y de esconder las verdaderas razones que lo hicieron dar marcha atrás.

De acuerdo con el voceor de la ONU Farhan Haq, Ban estimó que no tenía sentido invitar a alguien que no entiende cuál es la base de las discusiones, al referirse al comunicado de Ginebra de junio de 2012, en el que las potencias llamaron a crear un gobierno de transición en Siria como un paso para poner fin a la guerra civil en ese país.

Irán, aliado de Siria, siempre rechazó apoyar el comunicado de Ginebra, que llama a la formación de un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos y deja entrever que el presidente Assad perdería buena parte de sus prerrogativas.

Serguei Lavror, jefe de la diplomacia de Rusia, consideró hoy un error la decisión de la ONU de retira la invitación a Irán, pero reconoció que no será una catástrofe.

A su arribo a Montreux, el canciller sirio Walid al Mualem advirtió que los temas relacionados con el estatus del presidente Assad constituyen una línea roja que nadie puede cruzar, si bien expresó el deseo de Damasco es hacer que esta conferencia sea un éxito.

En este contexto, declaraciones de un desertor de la policía militar siria acompañadas de unas 55 mil fotografías que aseguró haber tomado él mismo, conforman un nuevo documento sobre el supuesto asesinato de unos 11 mil detenidos en cárceles sirias por el gobierno de Assad, entre marzo de 2011 y agosto de 2013.

Un equipo de tres ex fiscales de tribunales para la antigua Yugoslavia y Sierra Leona que examinaron las imágenes, consideraron, en un informe que difundieron hoy el diario británico The Guardian y el canal estadunidense CNN, que prueban crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos por altos mandos del régimen sirio.

También hoy Human Rights Watch denunció las numerosas atrocidades cometidas contra la población civil en Siria, pero también recriminó a los líderes mundiales no presionar lo suficiente para poner fin a esas atrocidades, y que quienes las perpetran sean castigados.