Al tomar posesión como nuevo presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, el senador perredista Manuel Camacho Solís señaló que el problema que se vive en Michoacán no es sólo un asunto que compete al Ejecutivo federal, sino también al Congreso de la Unión.

El legislador y los demás integrantes de esa comisión se reunieron antes, en privado, con funcionarios de la Secretaría de Gobernación y con el titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Imaz Gispert, para analizar la Agenda Nacional de Riesgos y los índices delictivos en Michoacán y el resto del país.

Al final, en entrevista, Camacho Solís advirtió que no han pensado en citar a comparecer al recién nombrado comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo, ya que es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien está obligado a asistir al Senado para informar al Poder Legislativo de la situación en esa entidad.

Por separado, en conferencia de prensa, luego de reunirse con los comisionados del Instituto Federal Electoral (IFE), el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, sostuvo que el comisionado para Michoacán rendirá cuentas al presidente Enrique Peña Nieto y no va a sustituir a nadie en la entidad, sino a sumar esfuerzos con las autoridades locales.

En respuesta a las afirmaciones del presidente del PRD, Jesús Zambrano, quien dijo que el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán bien puede ser llamado un virrey, dadas las amplias facultades que tiene, y preguntó a quién entregará cuentas, el dirigente del tricolor destacó que Castillo debe atenerse a los límites impuestos para su nombramiento.

Con agallas

En otro acto, Camacho Quiroz resaltó que Castillo tiene las agallas, la preparación y el ánimo para hacer frente y echar a andar una estrategia que tenga como base la coordinación.

Entrevistado al concluir la toma de protesta de las juventudes revolucionarias de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, el presidente nacional del tricolor confió en que los cambios en Michoacán ocurran cuanto antes, aunque dijo que serán todos resultados paulatinos.

Sin embargo, Raúl Morón Orozco, senador perredista por Michoacán, demandó que la actuación del comisionado se sujete al pleno respeto de la soberanía estatal y las competencias de cada orden de gobierno.

Igualmente, el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela, estimó que ya es tarde para Michoacán, ya es tarde para lo que se logre hacer por la paz y el orden, porque las bajas humanas y el caos que reinó por tanto tiempo han pasado la factura, de manera que el dolor y el miedo generado todos estos años terminaron levantando a los ciudadanos en armas.

El pastor consideró que el surgimiento de los grupos de autodefensa se debe a la indiferencia o complicidad de las autoridades locales, estatales y federales, así como de los tres principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD. Derivado de la ausencia del poder del Estado republicano, la ciudadanía encontró en los grupos armados una manera de restablecer el orden ante tantos años de impotencia.

A su juicio, lo peor del nuevo esquema de seguridad que se pretende aplicar en Michoacán es el tufo de rescate imperial, es la sensación de salvamento ante el reconocimiento público de impotencia del gobernador Fausto Vallejo.