al vez porque El gran maestro es una cinta de artes marciales, el extraño criterio de distribución en México ha decidido estrenar aquí una película de Wong Kar Wai, el gran cineasta chino cuya única otra cinta exhibida en salas de nuestro país fue Deseando amar (2000). De por sí, Wong es un cineasta de escasa filmografía porque se toma mucho tiempo entre proyectos y sus rodajes son excepcionalmente largos.
Su anterior película –sin contar la redición hecha a Ashes of Time, hecha en 2008– fue Noches púrpuras (2007), la única decepcionante en lo que va de su obra. Sin embargo, esos cinco años en que sólo había filmado cortos le han servido para un llamativo cambio genérico en el que ha invertido su estilo visual a grados de preciosismo.
La episódica historia se centra en la vida de Ip Man (Tony Leung), el legendario maestro de kung fu (quien fue maestro de Bruce Lee, nada menos). Siempre adornado con un sombrero blanco, Ip Man es una figura impasible cuya filosofía se reduce a la oposición entre lo horizontal y lo vertical. Él, por supuesto, nunca pierde lo segundo en los variados encuentros donde pone en práctica su asombrosa técnica. En la China de 1936, el protagonista es visitado por el maestro Gong Baosen (Wang Qinxiang), que viene del Noreste, ocupado por fuerzas japonesas a partir de 1938, cuya disciplina es diferente. Gong busca a un posible sucesor, aunque su bella hija Gong Er (Zhang Ziyi) es en sí una virtuosa en su propio derecho. Entre ella e Ip Man se desarrollará una especie de romance platónico centrado en su rivalidad. Siendo el realizador que en los años 90 reinventó la historia de amor, Wong aprovecha ese subtema para desarrollar las emociones de melancolía y soledad que han sido centrales en su cine.
En una escena final, posterior al inicio de los créditos, el protagonista voltea a cámara y pregunta ¿Cuál es tu estilo?
, cuestión fundamental, según la ejemplifica a lo largo de la película. Si bien el género ha contado con notables estilistas como King Hu, Tsui Hark y, más recientemente, Zhang Yimou, en este caso Wong les enmienda la plana con su propia forma de filmar las secuencias de pelea. El director emplea casi siempre el close-up y diferentes velocidades de cámara lenta para mostrar los efectos de una violencia transformada en etéreo ballet. En lugar de su habitual cinefotógrafo Christopher Doyle, el francés Philippe Le Sourd obtiene brillos y texturas inusuales en los detalles de las peleas.
Pero no son sólo las secuencias de pelea las que se prestan a ese tratamiento sensualista. Simples efectos como el paso de la luz invernal a través de un vidrio, una mano acariciando una frondosa piel animal, el humo que deja a su paso una locomotora… se convierten en demostraciones de un lirismo que, lejos de ser hueco como el de un cursi veterano como Claude Lelouch, ilustran las emociones de los personajes.
No que El gran maestro esté libre de algunas objeciones. El relato peca de desarticulado –por ejemplo, nunca sabemos exactamente cuál es el papel del enigmático personaje de La Navaja (Chang Chen), aunque su pelea en una barbería es espectacular–, ya que la narrativa continua y lineal nunca ha sido el interés de Wong. Por otro lado, la doble pelea bajo una lluvia torrencial sí llega a sentirse como una repetición de efectos.
Es posible que El gran maestro no permanezca mucho tiempo en cartelera porque: a) no es hollywoodense, b) no tiene actores famosos y c) no viene acompañada de un despliegue publicitario. Se debe aprovechar la ocasión, sobre todo porque la distribuidora Corazón Films ha adquirido la versión original china de la película, que rebasa las dos horas de duración (en Estados Unidos se exhibió una versión más corta y con diferente montaje).
El gran maestro (Yi dai zong shi) D: Wong Kar Wai/ G: Wong Kar Wai, Zou Jingshi, Xu Haofeng, basado en un argumento de Wong Kar Wai/ F. en C: Phlippe Le Sourd/ M: Nathaniel Méchaly, Shigeru Umebayashi/ Ed: William Chang/ Con: Tony Leung, Zhang Ziyi, Wang Qingxiang, Chang Chen, Zhao Benshan/ P: Block 2 Pictures, Jet Tone Films, Sil-Metropole Organisation, Bona International Film Group. Hong Kong-China, 2013.
Twitter: @walyder