Moscú, 14 de enero.

Una treintena de personalidades reconocidas con el Premio Nobel, en carta abierta dirigida al presidente Vladimir Putin, solicitaron que el Kremlin derogue la llamada ley de propaganda gay en Rusia, que –en su opinión–, restringe los derechos de los miembros de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) a hablar públicamente de su sexualidad y a realizar actos que celebren el orgullo gay.

Consideran, asimismo, que la ley de difusión de relaciones no tradicionales entre menores de edad, su título oficial, al dar amplio sustento a la homofobia, genera un aumento de la violencia contra los homosexuales, mientras el clima de hostilidad en su contra incrementa los suicidios entre éstos.

Originarios de distintos países, los 27 firmantes –físicos, químicos y médicos, la mayoría, y también la activista norirlandesa Mairead Corriggan-Maguire, cofundadora de Gente por la Paz (Premio Nobel de la Paz 1976), y los escritores rumano-alemana Herta Müller y sudafricano JM Coetzee (Premios Nobel de Literatura 2009 y 2003, respectivamente)– expresan su respaldo al texto redactado por el químico Harry Kroto y el actor Ian MacKellen, quien se asume como vocero de la comunidad LGBT británica.

“Escribimos esta carta –publicada hoy martes en el periódico londinense The Independent, propiedad del magnate ruso Aleksandr Lebediev, enfrentado con el Kremlin– para mostrar que son muchos los miembros distinguidos de la comunidad científica e intelectual del mundo que se solidarizan con los políticos, artistas, deportistas y todos aquellos que ya han expresado su rechazo a las acciones contra los gays que emprende el gobierno ruso”.

Los autores contraponen la política de Putin con la tolerancia del ex presidente soviético Mijail Gorbachov: protestar no es tarea fácil, pero confiamos en que, al hacer público nuestro desacuerdo con esta nueva ley, impulsaremos al gobierno ruso a continuar, en el siglo XXI, los principios humanos, políticos y democráticos incluyentes que con tanto esfuerzo defendió Mijail Gorbachov.

La Fundación Gorbachov, por medio de su vocero, Pavel Palaschenko, aclaró esta tarde que el artífice de la perestroika no ha opinado sobre este tema, nadie le consultó el contenido del texto y su mención en la carta se hizo sin su conocimiento.

Los firmantes hacen referencia a la reciente amnistía, que favoreció entre otros a las integrantes del grupo Pussy Riot y los activistas de Greenpeace, así como el indulto al ex magnate petrolero Mijail Jodorkovsky: Nos da ánimo que nuestra seria preocupación se corresponde con la liberación de presos políticos que se anunció hace poco en Rusia, concluyen.

La carta de los premios Nobel, minimizada por los medios de comunicación bajo control del Kremlin, coincidió con el enésimo episodio de la cruzada homofóbica de Ivan Ojlobystin, quien ha sido actor y director de cine, sacerdote de la Iglesia ortodoxa, ejecutivo de un consorcio de venta de celulares, entre otras facetas de la variopinta biografía de este adepto a las ideas monárquicas que, en su tiempo, volcó su odio contra los homosexuales al sugerir que éstos merecen ser quemados en los hornos.

Hace unos días, Ojlobystin publicó una carta abierta al presidente Putin, en la cual le pedía restablecer el artículo del código penal que castigaba con cárcel la homosexualidad.

El presidente del consorcio Euroset dijo que no tenía la intención de despedir a Ojlobystin, su gerente de ventas, por manifestar una opinión a título personal, pero hoy el homófobo más conocido de Rusia hizo pública su renuncia ante las amenazas contra su integridad física por parte de los sodomitas.