Santiago, 13 de enero.

Arqueólogos, ambientalistas e indígenas han levantado la voz contra el Rally Dakar, que este lunes llegó a Chile, por el daño que los vehículos pueden causar al patrimonio arqueológico y al entorno de comunidades indígenas, denuncias que el gobierno rechaza.

A partir de 2009 tenemos noticias sobre sitios destruidos debido al paso de los vehículos que compiten en el Dakar. Se han destruido geoglifos (figuras dibujadas con piedras en laderas de cerros) y se registraron huellas de autos en el camino del inca en 2013, dijo Paola González, vicepresidenta del Colegio de Arqueólogos.

Estas acusaciones datan de 2011 y no ha sido probado que (las degradaciones a las que aluden los arqueólogos) hayan sido provocadas por el rally, señaló por su lado el ministro de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle Correa, desde Calama, donde recibió la llegada de la carrera a Chile.

Un informe de 2013 del Consejo de Monumentos Nacionales detectó al menos 12 sitios arqueológicos afectados en la pasada edición. El Colegio de Arqueólogos de Chile, en tanto, denunció que más de 200 áreas han sufrido daños durante las seis versiones del Dakar que han pasado por el país, como Punta Teatinos –donde se encuentran vestigios de un antiguo pueblo de pescadores– o sitios de la etnia aymara en San Pedro de Atacama.

Con el fin de evitar que la versión 2014 del Dakar cause nuevos daños, el Colegio de Arqueólogos presentó el jueves un recurso de protección ante la justicia chilena, al que se sumó el grupo ecologista Fundación Patrimonio Nuestro y los Pueblos Originarios Unidos (POU).

El recurso, presentado ante la Corte de Apelaciones de Santiago, solicita como medida inmediata obligar a las más de 400 motos, autos, camiones y cuadriciclos a transitar por caminos ya establecidos.

Ha habido daños a nuestro patrimonio, que tiene un valor profundo y religioso para nosotros, construidos por nuestros ancestros, (sitios) de poder como cementerios indígenas, declaró Ariel León, miembro de POU.

Confía en que los jueces se pronuncien en favor de los derechos de los indígenas, como en el millonario proyecto minero Pascua Lama, cuya construcción está parada por orden judicial.

Además del patrimonio antiguo, los indígenas que actualmente habitan la zona criticaron que la organización de la competencia no haya consultado a las comunidades sobre el recorrido de la carrera.