Permite identificar las lesiones de alto riesgo que llevan al desarrollo de la enfermedad
Martes 14 de enero de 2014, p. 3
Pruebas como el Papanicolau han sido efectivas para detectar el cáncer cervicouterino (CaCu), pero no las lesiones más tempranas y de alto riesgo (estadios anteriores al desarrollo del mal). María de Lourdes Gutiérrez Xicoténcatl, del Departamento de Virus y Cáncer del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública de Morelos, y su equipo, desarrollan un sistema de diagnóstico oportuno utilizando el suero sanguíneo que contiene los anticuerpos producidos por algunas mujeres con diferentes grados de daños.
Más de 70 por ciento de estas lesiones tempranas son regresivas de manera espontánea y no requieren tratamiento; sin embargo, el reto es identificar al 30 por ciento de alto riesgo de progresión hacia el cáncer. Por ello, se requiere desarrollar técnicas de diagnóstico más sensibles y específicas para detecctar esas lesiones de maner oportuna, para ser tratadas y evitar el desarrollo de la enfermedad
, explicó la investigadora integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
El sistema de diagnóstico más avanzado, basado en la detección de ADN del VPH en células del cérvix, no ha bastado, porque no determina la existencia de una infección activa, ya que el virus puede estar en su forma latente sin generar ningún daño.
Hasta ahora se han identificado al menos 15 tipos de virus de papiloma humano de alto riesgo, que incluyen el 16 y el 18. “En nuestro laboratorio trabajamos con la respuesta inmune de anticuerpos contra proteínas virales que son expresadas tempranamente en la infección por VPH, y hemos seleccionado a la proteína E4 del VPH tipo 16 (VPH16) que se asocia con la reproducción viral –lo que implica actividad del virus–, y a la proteína E7 del VPH16, que se expresa de manera importante en el proceso oncogénico”, explicó la especialista en biología celular.
El sistema utilizado en esta investigación se basa en la prueba ELISA (del inglés Enzyme Linked Immunosorbet Assay), que consiste en utilizar placas de 96 pozos en los que se pegan las proteínas virales E4 y E7 de VPH16. Después se ponen en contacto con los sueros de las infectadas o presentan alguna lesión en el cérvix uterino, lo cual dará una respuesta positiva para la presencia de anticuerpos contra las proteínas del VPH. Los anticuerpos del suero que queden absorbidos en la placa de 96 pozos, específicos contra el virus, serán revelados a través de una reacción colorimétrica.
Daños en el epitelio
Los resultados obtenidos por el equipo de Gutiérrez Xicoténcatl demostraron que la presencia de anticuerpos contra la proteína E4 de VPH16 se asocia a lesiones tempranas en el cuello uterino, mientras los anticuerpos contra la proteína E7, a mujeres con lesiones graves en el epitelio y con la posibilidad de que se transforme en cáncer.
Este sistema, explicó, será complemenario al Papanicolau y a la prueba de ADN del virus, con lo que se garantizará un diagnóstico oportuno y completo.
El método de diagnóstico que se propone es novedoso, ya que implica la combinación de una serie de biomarcadores para la cual se utiliza la respuesta inmune de anticuerpos contra antígenos virales que se genera en la mujer en la infección por VPH
, indicó Gutiérrez Xicoténcatl.