Al igual que en 1994 y 2007, el gobierno federal encabeza este año la integración de una estrategia de combate al secuestro, que será anunciada en los próximos días. Hace 20 años creó una coordinación nacional y grupos antisecuestro que actuaban de manera regional, y el proyecto actual contiene esos elementos, además del establecimiento de mejores mecanismos de selección del personal, capacitación constante, compartición de bases de datos voz y una coordinación operativa, revelaron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional.

Las fuentes consultadas refirieron que ese esquema fue utilizado en 1994 cuando aparecieron secuestradores como Andrés Caletri y Daniel Arizmendi López, El Mochaorejas.

La complejidad delictiva hará que las autoridades federales y estatales también se enfoquen en el combate de los secuestros virtuales, de los cuales las autoridades han tenido conocimiento de más de 50 casos en los meses recientes, en los que están involucrados células de grupos dedicados al tráfico de drogas, como el cártel del Golfo, Los Zetas, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos y Los Caballeros Templarios, indicaron los entrevistados.

Los funcionarios consultados laboran en la Secretaría de Gobernación, la Comisión Nacional de Seguridad y la Procuraduría General de la República (PGR); uno de ellos formó parte de la coordinación que se integró en 1994, cuando las bandas de El Mochaorejas, Andrés Caletri y los Canchola reclutaron a algunos de sus integrantes dentro de las prisiones del Distrito Federal y luego llevaron a cabo los plagios de empresarios y estudiantes.

El secuestro del banquero Alfredo Harp Helú fue uno de los casos que motivó la integración de un grupo especial, con los hombres que en sus corporaciones eran considerados los mejores investigadores (de forma similar a la que se integró la llamada Brigada Blanca de los años 80 para combatir a grupos guerrilleros).

En la estrategia actual se coordinarán los esfuerzos de los grupos antisecuestros que ya han creado cada procuraduría del país, y los mayores esfuerzos se enfocarán en entidades como Guerrero, Morelos, Coahuila, Tamaulipas y Sinaloa, refirieron los entrevistados.

Estadísticas federales refieren que durante el gobierno de Ernesto Zedillo se cometieron 577 secuestros; durante la gestión de Vicente Fox la cifra se incrementó a 687 casos; en la administración de Felipe Calderón se perpetraron mil 285 plagios, y durante el periodo los grupos criminales comenzaron a realizar ese delito para complementar sus ingresos o pérdidas por el decomiso de cargamentos de droga.

Un estudio del Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública, elaborado en 2009 para la Cámara de Diputados, refiere que “el incremento de este delito obedece a la multiplicación de bandas organizadas dedicadas a otros ilícitos, que han incursionado en el secuestro como un medio para mantener o incrementar sus ganancias.

“Durante el periodo de 2007 y mayo de 2008, de 273 presuntos secuestradores detenidos por la PGR, 40 por ciento tenía vínculos con alguno de los grandes cárteles de la droga”, como el del Golfo y Los Zetas, refiere el trabajo realizado por Efrén Arellano Trejo.

En cuanto a las distintas modalidades de secuestro, las autoridades han analizado el crecimiento de la violenia en contra de las víctimas de las bandas de plagiarios, los modos de operación y, en muchos casos, han establecido que hay células que operan desde prisiones estatales.

En este ámbito, refirieron los funcionarios entrevistados, ya suman más de 10 casos de secuestros virtuales que se han cometido en entidades como Querétaro, el estado de México y el Distrito Federal, en los que se ha detectado que las llamadas telefónicas se generan desde el penal de Santa Adelaida, en Matamoros, Tamaulipas, donde se encuentran presos integrantes de Los Zetas, grupo que organizó la fuga de 40 presos de esa cárcel en marzo de 2010.

Las autoridades no han detenido a ningún secuestrador virtual, pero es un delito que va en aumento debido a que muchas personas no denuncian los casos, como el ocurrido con los cuatro integrantes del grupo musical Delorean, los cuales fueron víctimas de estos grupos un día después de su presentación en la capital mexicana.