A México le falta huella diplomática, dijo ayer Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), al lamentar el bajo número de embajadas que el país tiene en África y el Caribe y calificar como un error el abrir y cerrar legaciones diplomáticas con un año o menos de funcionamiento.

Explicó que el país difícilmente tendrá herramientas de cooperación con una región dinámica como África –la cual puede crecer en dos dígitos–, con ocho embajadas en todo el continente.

Durante el panel La agenda multilateral de México: logros y retos a futuro, resaltó que Brasil tiene 36 representaciones en África y 14 en el Caribe, mientras México sólo ha abierto seis en esta última región.

El país sudamericano no logró esto de la noche a la mañana: Fue un esfuerzo de 20 años, pues desde los años 90 buscó tener una mayor presencia en el mundo, lo que significó un esfuerzo presupuestal colosal y un trabajo muy fino con el congreso para convencerlo, añadió Gómez Robledo.

Puntualizó que México ha tenido avances en la materia. Tiene mayor presencia en Medio Oriente, se abrió la embajada en Kuwait y se pretende establecer otra en Qatar. También hay una oficina en Palestina y se reabrió la legación que se había cerrado en Etiopía. Sobre este último caso, calificó como un error no haber tenido embajada durante 18 años.

Ante senadores preguntó si México quiere o no jugar en las grandes ligas y reprobó que se abra una embajada y a los seis meses o al año se cierre, como sucedió en Pakistán.

El subsecretario dijo que al país le falta huella diplomática y ese tema involucra al Congreso, porque es el que da al Ejecutivo los recursos para las embajadas.

En el panel, Jorge Lomónaco Tonda, representante del país ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, Suiza, refirió que el ámbito multilateral es un espacio privilegiado para el posicionamiento de México como un actor global responsable.

Luis Alfonso de Alba, representante ante los organismos internacionales con sede en Viena, explicó a su vez, que la nueva agenda mundial tiene implicaciones para países desarrollados, en desarrollo y de economías medias, y consideró que es aquí precisamente donde a México le toca un papel importante.