Organización
nte el despojo acumulado de sus tierras, que los ha convertido en barrios dentro de la ciudad de México, los pueblos originarios asentados en el valle de México realizarán en la delegación de Milpa Alta, por vez primera, una reunión de comunidades, pueblos y barrios del Distrito Federal, convocados por el Congreso Nacional Indígena (CNI), red de pueblos que se teje desde 1996 por iniciativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En momentos en que crece descomunalmente la mancha urbana sobre territorios antes habitados por estos pueblos, ya sea por la invasión inmobiliaria, la construcción de carreteras, la tala clandestina de los bosques, la imposición de representaciones institucionales que suplantan a las tradicionales y un largo etcétera de agravios, el CNI se fortalece en esta región y convoca debatir sobre una agenda sugerida: territorio, derechos colectivos, apropiación del espacio, tenencia de la tierra y conflictos agrarios.
Se trata de una reunión crucial para la organización de los pueblos (algunos de ellos ni siquiera reconocidos como originarios para facilitar el despojo), en la que se hablará también del problema ambiental y de las políticas gubernamentales que han contribuido al deterioro; así como de la organización y respuesta de los pueblos en la defensa de sus recursos naturales.
Uno de los grandes problemas para los pueblos indios dentro de la tercera ciudad más grande del mundo (además de los conflictos agrarios), es el tema del agua, pues se la están acabando tanto con la tala de los bosques como con los proyectos inmobiliarios. Y, en medio de una metrópoli que los trata de deglutir, se debatirán las formas para la defensa de su identidad cultural, su pasado, presente y futuro, su historia y el rescate de la misma.
Quizás el tema más apremiante es el de la organización. La autonomía, referente de lucha indiscutible de los pueblos indios de México desde que se firmaron los acuerdos de San Andrés será eje central del encuentro, así como las diferentes formas de resistencia y, por supuesto, las maneras de enfrentar la actual represión.
Se tocará la necesidad de crear medios de comunicación propios, de unos pueblos a los que, no obstante que han tratado de ridiculizar
y desaparecer su cultura, son una presencia viva en esta ciudad.
No permitiremos
, aseguran, “que los bienes comunes como el espacio, las ideas y los recursos naturales se vuelvan bienes privados (…) las palabras de los poderosos no nos dan miedo ni nos representan”, advierten en la convocatoria.
Descendientes directos de los zapatistas de 1910, reivindican el levantamiento de 1994 y aseguran que sólo organizados sobreviviremos
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