En el paraje Nopaltitla, ubicado en la parte más alta de la delegación Tlalpan, las bajas temperaturas han comenzado a causar estragos entre la población, principalmente entre los niños, que presentan invariablemente tos o gripa, pese a los esfuerzos de sus madres para mitigar el frío.

Las cobijas, fogatas y anafres con carbón han resultado insuficientes para mantener una temperatura alta y contener las enfermedades respiratorias en los pequeños, que suelen ponerse peor durante las madrugadas, cuando no hay ni a dónde ir.

Irene, con tres niños, uno de ellos recién nacido, recurre a los tecitos de la abuela. De gordolobo y ajo, en lo que amanece para ir al centro de salud más cercano o alguna farmacia.

Nopaltitla es un asentamiento irregular, ubicado en el bosque a 10 minutos del pueblo de Santo Tomás y San Miguel Ajusco, en el que se pueden observar desde casas de dos pisos, bardeadas con extensos jardines, que cuentan con todos los servicios, hasta viviendas precarias, en las que aún se utilizan mecheros o velas para alumbrarse.

En una de ellas, dividida en tres cuartos hechos con desechos de cartón, plástico y madera, oscuros y sin ventilación, vive Blanca López y los siete integrantes de su familia, dos de ellos niños, quienes desde que comenzó la temporada invernal traen una tocecita, no mucha, pero no se les quita, refiere.

Poner un braserito en la habitación, una de las formas de mitigar el frío, dicen vecinos de NopaltitlaFoto Marco Peláez

Uno de los recursos para menguar la onda gélida es colocar un braserito con carbón. Nada más calienta tantito el cuarto y lo saco, para que no haya ningún accidente, asegura.

En la casa de María del Carmen Álvarez, donde viven sus hijos con sus esposas y cuatro nietos y uno más por nacer, hacen de todo para mitigar el frío. En la noche ya no hallamos ni con qué taparnos o qué tomar para estar calientitos, hervimos té de canela, prendemos una fogata afuera y la apagamos antes de dormir, pero ni así nos hemos salvado, todos nos hemos enfermado, pero más los niños, expresa.

A los pequeños, si hace solecito los bañamos, si no, la verdad nada más los cambiamos y los tapamos, pero no hay como detenerlos en la casa, agregó.

Mi hijo tiene 11 años, pero ya lo pasé para mi cama, porque en la noche se destapa y las heladas están muy fuertes, relata Ilse, quien señala que por las mañanas el agua de los tambos amanece con una capa de hielo.

El diputado local del PRD, Carlos Hernández Mirón, quien realizó un recorrido para repartir cobijas entre la población más vulnerable, detalló que alrededor de 50 mil familias habitan en la zona alta de la delegación Tlalpan, muchas de ellas en parajes irregulares, con distintos grados de consolidación.