Miércoles 8 de enero de 2014, p. 22
Washington, 7 de enero. Un proyecto de ley para renovar las prestaciones a los desempleados a largo plazo superó el martes un obstáculo inicial en el Senado, pero la suerte de la norma sigue en duda.
El Senado aprobó por 60-37 limitar el debate, en una votación en la que media docena de republicanos dieron el sí junto con el bloque demócrata.
El presidente Barack Obama aplaudió la votación como un importante primer paso. En declaraciones en la Casa Blanca, Obama rechazó el argumento de que las prestaciones le quitan al desempleado la motivación de buscar trabajo. Eso es menospreciar al pueblo estadunidense
, dijo, y añadió que los desocupados hacen tremendos esfuerzos
para conseguir empleo.
Por su parte, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, añadió que él y sus correligionarios tratarán de hacer cambios para que el costo de la ley, de 6 mil 400 millones de dólares, no se sume al déficit, medida que los demócratas han rechazado. Entre éstos quiere que se suspenda la obligación de adquirir un seguro de cobertura médica de acuerdo con lo establecido por la ley de salud impulsada por el presidente Obama, medida que permitiría ahorrar millones de dólares en subsidios federales a personas de bajos ingresos.
Beneficiados, 1.3 millones
Como está redactada, la ley de prestaciones para desempleados restauraría entre 14 y 47 semanas de beneficios, por un promedio semanal de 256 dólares para 1.3 millones de personas que carecen de empleo, quienes fueron afectados cuando el programa expiró el 28 de diciembre. Si el Congreso no actúa, miles más resentirán el impacto cada semana a medida que expiren los programas de apoyo estatales, que generalmente duran 26 semanas.
El voto ocurre al principio de un año electoral en el que ambos partidos han dejado claro que buscarán el apoyo de millones de votantes, que han tenido problemas económicos durante la peor recesión en décadas.
La frase que impera entre los políticos es disparidad en el ingreso. Los demócratas quieren una extensión de los beneficios a largo plazo para desempleados y después una propuesta para aumentar el salario mínimo, a lo que se espera que se opongan muchos republicanos.
En declaraciones en el Senado, el líder de la mayoría demócrata Harry Reid, subrayó que la reciente avalancha de buenas noticias económicas no se compara con la oscura realidad
que viven millones.