Pese a la modificación de las leyes, todavía enfrentan problemas de inequidad, señalan
No se trata de números ni ser mitad y mitad
, sino de ampliar oportunidades: Gabriela Dutrénit
Miércoles 8 de enero de 2014, p. 3
Aun cuando en México se han modificado las leyes para ampliar las oportunidades de desarrollo de las mujeres en el sector científico y tecnológico, las investigadoras todavía enfrentan problemas relacionados con la falta de equidad en el sector.
Ejemplo de ello es el número de científicas que son parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), pues de los 20 mil miembros de esa instancia, sólo 35 por ciento son mujeres, y si se revisa en el nivel más alto (el III), el porcentaje femenino se reduce a 20, aseveró Gabriela Dutrénit, coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), organismo civil que apoya al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Otro dato que muestra una mayor participación de los varones en el sector en lo general es que del total de la membresía de científicos de la Academia Mexicana de Ciencias, apenas 23 por ciento son mujeres.
Frente a ello, la coordinadora del FCCT destacó en entrevista que no se trata sólo de números y que seamos mitad y mitad
, sino de generar estrategias y programas que amplíen las oportunidades para las científicas en el país a fin de que puedan acceder a los mismos espacios que sus pares hombres.
Recordó que el junio pasado se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las modificaciones a la Ley General de Ciencia y Tecnología, las cuales introdujeron que se considere una perspectiva de género y se pueda alcanzar equidad y mejores condiciones para la participación de las mujeres en estas actividades.
A escala internacional, México está muy por delante en legislación, pero debemos hacer un esfuerzo muy grande en la implementación.
La académica puntualizó que a diferencia de los varones, las mujeres tienen mayores complicaciones para competir en su desarrollo profesional debido a la reproducción y los cuidados de sus hijos recién nacidos durante al menos el primer año, además que en muchas ocasiones asumen muchas mayores responsabilidades en las labores cotidianas del hogar y la familia.
Por ello, propuso que las instituciones de educación superior, centros de investigación o en las empresas donde existe apertura para el trabajo científico, adopten acciones afirmativas que apoyen a las investigadoras en su desarrollo profesional.
La contratación de una mujer o un hombre para ingresar a una universidad es exactamente igual, la oportunidad es la misma, pero en el desarrollo profesional y académico hay diferencias, como en la etapa reproductiva que limita oportunidades para ellas.
Dutrénit resaltó que en diversas universidades y organismos científicos se han implementado acciones en favor de la equidad de género, como por ejemplo en las becas, premios o diversos apoyos que se da a jóvenes investigadores donde el limite de edad para las mujeres es tres años más que para los hombres. Pero planteó que se debe incrementar este tipo de ejemplos.
Para analizar esta situación de iniquidad, en diciembre pasado el FCCT y otras instancias realizaron un encuentro en el que participaron académicas de diversas instituciones para analizar esta situación. Entre las conclusiones de ese diálogo se coincidió en la necesidad de impulsar la perspectiva de género en la educación superior, en las actividades de investigación, en las instituciones del campo científico, en la cultura organizacional y de innovación, así como en las políticas públicas.