De regreso al escenario político, tras el infarto que sufrió en diciembre pasado, Andrés Manuel López Obrador anunció ayer una nueva etapa de lucha para combatir la corrupción, abolir las reformas estructurales, revertir las privatizaciones, así como recuperar los recursos naturales y los bienes de la nación. Este martes arranca en Nayarit una gira nacional en contra de la reforma energética.

Y por la gravedad que implicó reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución para concretarla, en los próximos días, como Movimiento Regeneración Nacional (Morena), presentaremos en el país y en las instancias internacionales correspondientes la denuncia formal contra Enrique Peña Nieto por el delito de traición a la patria.

En esta ruta, también darán a conocer los nombres de diputados y senadores que votaron en favor de la privatizacion del sector energético y de los aumentos de impuestos. No habrá impunidad, sostuvo.

López Obrador reapareció este lunes, tras un mes de convalecencia de la intervención a que fue sometido a raíz del infarto al miocardio que sufrió a principios de diciembre.

Encabezó en el salón D’Luz, a unos pasos de sus oficinas en la colonia Roma, Distrito Federal, el consejo nacional de Morena que preside, adonde arribó acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez, sus hijos Andrés Manuel y Jesús, en medio de aplausos y gritos de apoyo como es un honor luchar con Obrador.

Más delgado, el ex candidato presidencial afirmó en entrevista posterior que está en franca recuperación “y vamos a continuar luchando.

Estamos muy bien, este martes iniciamos la gira por todo el país y vamos a recorrer todas las regiones de México, para que no se apague la llama de la esperanza.

–Se ve usted muy bien, más joven, bajó de peso –se le comentó.

–Sí. Estamos bien y de buenas.

En su mensaje ante los consejeros nacionales de Morena, López Obrador pidió no dejar de luchar hasta cambiar el actual régimen político, “caracterizado por la prepotencia, el vandalismo y la infamia. Urge derrocar al PRIAN como se hizo con Porfirio Díaz.

Hagámoslo sin violencia, despertando y organizando al pueblo, con una revolución de las conciencias, democrática, impulsada por el pueblo.

Indicó que consumado el plan privatizador, disfrazado de reformas estructurales, incluida la entrega del petróleo y de la industria eléctrica, es obvio que se intensificará la corrupción, con más énfasis en el sector energético; se pelearán como buitres los contratos de perforación de pozos de hidrocarburos.

Además, la hacienda pública obtendrá menos ingresos por el saqueo y el reparto de utilidades del petróleo con magnates del extranjero (y) seguirán aumentando los impuestos; no debe descartarse que a finales de año estén de nuevo proponiendo cobrar IVA en alimentos y medicamentos.

Previó también que aumente el déficit y continúen contratando deuda pública. Y será tanto lo transferido del patrimonio nacional a un grupo de privilegiados, que el presupuesto resultará insuficiente para impulsar el desarrollo del país, añadió.

Advirtió que no habrá crecimiento económico, continuará el desempleo, la desatención a los jóvenes y se incrementará la inseguridad y la violencia. Duele decirlo pero habrá más crisis y decadencia, precisó.

Afirmó que con las reformas “hemos involucionado a los tiempos del porfiriato, como si se hubiesen diluido la gesta y los logros de la Revolución Mexicana.

Hoy, como en la época de Porfirio Díaz, el Estado se encuentra convertido en un simple comité al servicio de traficantes de influencias y de políticos corruptos.

Como en esos tiempos, las tierras, las aguas, los bosques, las minas, los ferrocarriles, el petróleo, la electricidad y otros bienes colectivos se han entregado a particulares, nacionales y extranjeros. Y como en ese entonces, México es un país de una minoría de opulentos, de millones de pobres y de miseria pública.

Sostuvo que del actual modelo no puede esperarse nada bueno, pues en el país una pequeña minoría, mediante el fraude electoral, el control de los medios de información, el dinero y otras artimañas, mantienen un régimen político que les permite lucrar con los bienes del pueblo y de la nación.

Planteó que Morena inicia el año reafirmando su indeclinable propósito de transformar a México. No claudicaremos ante el oprobio y la inmoralidad. No nos dejaremos vencer por el fatalismo y nunca aceptaremos ni el autoritarismo ni la corrupción política, precisó.

López Obrador estará a partir de hoy, y por dos días, en Nayarit, luego irá a Sonora, Coahuila y Nuevo León.