Gerardo Flores, jugador de La Máquina, se mostró feliz por su regreso a la actividad tras cuatro meses de ausencia por una lesión en la rodilla derecha y adelantó que en el partido del sábado ante Santos imaginará gente en el estadio Azul para sobreponerse al veto que pesa sobre el inmueble, que los obliga a disputar el juego a puerta cerrada.

El lateral cruzazulino dijo que el equipo está conforme con su inicio de torneo, luego del empate sin goles en Monterrey. Hicimos un buen partido, se tuvieron oportunidades para sacar el marcador, aunque no se concretaron, pero el funcionamiento ahí va. Hubo cosas buenas y vamos a ir creciendo. Agregó que el resultado es bueno porque se sumó fuera de casa ante un buen rival.

No obstante, reconoció que el equipo está inmerso aún en el proceso de asimilar las ideas del técnico Luis Fernando Tena. Apenas estamos tratando de poner en la cancha lo que el profesor quiere. No hay tanta diferencia con lo anterior, con todo el trabajo que se ha realizado durante estos años; sin embargo, tenemos que agarrar rápido la idea que él quiere.

Detalló: Buscamos funcionar de media cancha hacia arriba; el equipo trabaja para terminar las jugadas, es en lo que está haciendo énfasis el entrenador. Ahora se tuvieron las opciones, no concretamos, pero estamos asimilando lo que él quiere al frente y no tengo duda de que será un Cruz Azul peligroso.

Respecto de su retorno a las canchas, se mostró alegre. Estoy contento, no lo puedo ocultar, trabajé mucho para este partido, fue mucho tiempo fuera y ahora sólo quiero pensar en volver bien... Por algo pasan las lesiones, yo no culpo a nadie, esto a veces lo tomamos como una enseñanza y siempre es para mejorar.

Dijo que anhelaba aportar al equipo y ahora la ilusión más grande que tengo es ir al Mundial, voy a trabajar para ser considerado, sostuvo.

Ante los Guerreros, que también sumaron un punto en su debut, rechazó que vayan a estar en desventaja al no tener el impulso de su público. “No debería influir porque somos 11 contra 11 en la cancha. Sin embargo, jugar con tu gente, con ese apoyo y aliento, es una motivación más, entonces voy a imaginar gente o no sé qué, pero los tres puntos deben quedar aquí.

“Nuestra casa siempre la tenemos que hacer respetar. Si se tomó esta decisión –de aceptar el veto y jugar en el Azul a puerta cerrada– es buscando que el equipo sea fuerte en casa, preferible eso a ser visitante en otra parte”, anotó ayer en rueda de prensa después de la práctica realizada en La Noria.

Los cementeros jugarán la fecha dos a puerta cerrada para cumplir el castigo que impuso la Comisión Disciplinaria, debido a la invasión de integrantes de la barra Sangre Azul en el último partido del torneo anterior, cuando fueron echados de la liguilla por el Toluca. En ese momento se desbordó (el enojo) y cualquiera puede cometer errores, justificó Flores.

No hay pretexto, realmente vamos a jugar contra un gran club, estamos entrenando para ganar y el equipo va a mostrar avances conforme pasen los partidos... La gente es una parte importante, pero debemos sacar la victoria por nosotros y por nuestras familias, finalizó.