Al frente de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, mi tarea será la de gestor, la de alguien que ayude a abrir puertas, no a cerrarlas; que ayude a incorporar ideas, no a limitar la participación de la comunidad, manifiesta el antropólogo y escritor Eduardo Vázquez Martín.

En entrevista con La Jornada, luego de que hace unos días fue nombrado titular de la dependencia capitalina en sustitución de Lucía García Noriega, el promotor cultural subraya que uno de los ejes de su proyecto se sustentará en el ánimo social de la gente por sentirse integrada, así como en la generación de la participación social en las políticas culturales, aspectos en los cuales la ciudad tiene muchas ganas de involucrarse.

Es decir, prosigue Vázquez Martín, el énfasis de su gestión estará basado en entender la cultura no como un privilegio limitado a los espacios tradicionales de representación, exposición y uso social de la cultura, sino como espacio de desarrollo.

El proyecto –continúa– también debe estar sustentado en asimilar la actividad cultural como motivo de convivencia, un espacio para el diálogo, el desarrollo social y la forma de crear en la ciudadanía una expresión democrática.

La actividad cultural se extenderá a sectores tradicionalmente olvidados, como hospitales, penitenciarías y espacios de suma marginación.

Además habrá especial énfasis en la formación artística y académica; a la par se revisará y renovará la experiencia de las Fábrica de Artes y Oficios de Oriente, que a mi parecer nunca fueron del todo comprendidos; han vivido desde la resistencia y merecen apoyo.

Entre otras tareas, explica que también serán atendidos los temas importantes y tradicionales de la cultura, como que los museos contemplen una amplia programación y que la sinfónica capitalina esté en forma y muy activa.

Además, dice que se debe insistir en el sentido social de la cultura, abrirse a los espacios no tradicionales y trabajar de manera conjunta con las delegaciones.

De hecho, puntualiza Vázquez Martín, retomaré la experiencia, el espíritu y algunas iniciativas del gran referente de renovación y fundador de políticas culturales Alejandro Aura en el antes llamado Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM).

Sin duda, prosigue el funcionario, otras prioridades serán el fomento a la lectura como política cultural, pensada y renovada hacia este momento histórico, que va de la mano con los nuevas tecnologías, las cuales abren nuevas posibilidades a partir del libro y del amor a la lectura, ésta como herramienta imprescindible para pensar en libertad y formar personas que piensen y sean menos manipulables.

El lector, sintetiza el funcionario, es un ser libertario y a esta urbe y al mundo les hacen falta lectores mejor informados para ejercer sus derechos y vivir en libertad.

Este 2014 tenemos tres centenarios, buenos referentes para el ejercicio de la memoria y la reflexión: el del gran heterodoxo del pensamiento mexicano José Revueltas, el del poeta de la ciudad Efraín Huerta y el del poeta universal Octavio Paz; efemérides que nos permitirán abrir espacios para difundir reflexión, pensamiento, crítica, inconformidad, rebeldía, pasión y amor a la ciudad.

–¿El jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera le sugirió atender algún aspecto en especial?

–Me dijo que había que hacer una política incluyente, que debía ser una Secretaría de Cultura con entusiasmo y en la que los trabajadores se sintieran reconocidos y respetados, además de configurar una política que incluyera también a los colectivos independientes, los cuales no se han sentido apoyados durante mucho tiempo.

Eduardo Vázquez Martín puntualiza que dado que la ciudad es una urbe, compleja políticamente hablando, implica que se debe trabajar en consenso, con el apoyo de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y entablar el diálogo con los diferentes poderes, incluso el Legislativo.

El mandatario capitalino instruyó a Vázquez Martín fortalecer la política cultural de la ciudad sin dejar de ser incluyente, abierta al diálogo y a la iniciativa de la sociedad, insiste.

Al respecto, asevera que una política cultural incluyente “también nos recordará que esta es una capital india, y que a 20 años del levantamiento zapatista la deuda todavía no ha sido pagada, por lo cual se debe trabajar y abrir espacios al México indígena que es –a pesar de los agravios históricos– una fuerza cultural que mantiene vivo y con dignidad al país”.

Vázquez Martín explica que se encuentra desde su designación en diálogo constante con García Noriega y su equipo para estar al tanto de aspectos relacionados con la dependencia y con los pendientes que existen hasta la fecha.

Trayectoria

El pasado jueves, el jefe de Gobierno capitalino nombró como secretario de Cultura a Eduardo Vázquez en sustitución de Lucía García Noriega, quien, por motivos personales, renunció al cargo el 31 de diciembre.

El antropólogo colaboró en la administración del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como jefe de Gobierno del Distrito Federal, en el ICCM y fue director del Museo de Historia Natural de la ciudad de México , así como coordinador nacional de difusión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, entre otras funciones que nutren su trayectoria como promotor y gestor cultural.

También se desempeñó como bibliotecario de la subsecretaría de Planeación de la Secretaría de Programación y Presupuesto, como jefe del departamento editorial de la dirección de Literatura de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y como subdirector del Periódico de Poesía (UNAM-Universidad Autónoma Metropolitna).

Entre otras publicaciones es autor de Navíos de piedra (UNAM), Comer sirena, Entre las sábanas y Minuta, además de que ha colaborado en revistas y suplementos culturales, entre ellos La Jornada Semanal.