Los costos son exorbitantes; un Peugeot, más caro que en Europa
Sábado 4 de enero de 2014, p. 15
La Habana, 3 de enero.
Los exorbitantes precios de los autos en Cuba causaron indignación entre la población que acudió a las comercializadoras estatales, al comenzar este viernes la venta libre de automotores, la cual estuvo prohibida medio siglo. Es ciencia ficción
, Son unos abusadores
, ¡Qué falta de respeto!
e ¡Increíble!
, eran algunos comentarios de las decenas de clientes que miraban la lista de costos.
Gano 600 pesos cubanos al mes (unos 30 dólares). Eso significa que me muero y nunca voy a poder tener un carro nuevo
, dijo Roberto González, chofer que observaba los flamantes autos en una concesionaria de La Habana.
Otra comercializadora ofertó autos nuevos, como un Peugeot 508, en 262 mil dólares, o un Kia Río en 42 mil. En la página en Internet de Peugeot UK, el modelo más caro está en 32 mil 100 libras (unos 53 mil dólares). Mientras según el sitio web Kia de Gran Bretaña, un Kia Río se ofrece en 13 mil 600. En la isla, el salario medio de un trabajador es de unos 20 dólares al mes.
La venta liberada de autos fue anunciada el 19 de diciembre por el gobierno de Raúl Castro, con el fin de aumentar y renovar el parque automotor de la isla, dominado por los vetustos almendrones estadunidenses de los años 50 y los antiguos Lada de la era soviética.
Un decreto publicado el martes pasado en la Gaceta Oficial estableció que las personas naturales cubanas, así como los extranjeros residentes en la isla, pueden adquirir en las entidades comercializadoras estatales ciclomotores de combustión interna, motocicletas, vehículos, autos rurales, paneles, camionetas y microbuses
a partir del 3 de enero, y anticipó que los automóviles tendrían impuestos y otros recargos que elevarían el precio 50 por ciento.
La norma permite a los cubanos comprar vehículos nuevos o de pocos años de uso. Antes, los habitantes sólo podían adquirir y vender vehículos fabricados antes de 1959, cuando Fidel Castro abolió el libre mercado automotor, tras el triunfo de la revolución.
La medida eliminó las cartas de autorización que el Ministerio de Transporte entregaba a algunos cubanos, sobre todo músicos, médicos y otros profesionales que cumplían misiones en el exterior para poder adquirir un auto.
Decenas de miles de cubanos tenían ese permiso y ahora ellos tienen prioridad para adquirir un automóvil, por lo que su sorpresa y desazón fueron mayúsculas cuando conocieron los precios. Esto es abusivo, una falta de respeto. Nos han engañado miserablemente, porque llevo ya dos años con la carta. Esto es para millonarios, no para el pueblo. No tengo opción de comprar
, expresó Mayra Echarpe, de 57 años, jefa de personal del Centro Nacional de Música Popular.
Después de que el gerente de una concesionaria dio la bienvenida a los clientes y les mostró la lista de precios, una mujer preguntó: ¿Hay bicicletas?