Iguala, Gro., 3 de enero.

Un comando armado ingresó al penal de Iguala, al parecer con la intención de liberar a cuatro reos, lo que desató una balacera con los custodios que dejó nueve personas muertas –incluidos cinco de los agresores– dos heridos y un detenido, informaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.

Aproximadamente a la una de la madrugada de este viernes, una camioneta blanca Toyota Tacoma, placas MET9531, del estado de México, con reporte de robo, fue estacionada a unos 50 metros del centro de readaptación social (Cereso) de Tuxpan, ubicado a la salida del municipio de Iguala, en la zona norte de Guerrero.

Del vehículo descendieron seis sujetos armados y se dirigieron a la prisión, donde dijeron ser funcionarios federales ante el vigilante de la entrada, Roberto Contreras Ocampo, al cual tomaron como rehén y se dirigieron al interior del penal.

Los demás custodios abrieron fuego contra el comando, cinco de los cuales quedaron muertos y resultó herido Juan Carlos Jiménez Ulloa, al igual que el vigilante que llevaban de rehén. También murieron los cuatro internos que pretendían rescatar, identificados como Ismael Ocampo Álvarez, Jesús Leonardo Díaz Martínez, Epifanio Adame Romero y Miguel Ángel Martínez Martínez.

Con la finalidad de realizar las diligencias, a la prisión llegaron Esteban Parra Ríos, coordinador de la Policía Ministerial; José Francisco Ríos Serafín, coordinador del C-4, Mario Mayor Duarte, oficial de la Policía Federal Preventiva; el agente del Ministerio Público, Raúl Jiménez Hernández, y el perito Daniel Soto Mota, entre otros funcionarios.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que nueve personas fallecieron (cinco hombres armados que ingresaron a dicho sitio y cuatro reclusos), y dos resultaron lesionadas por arma de fuego.

Dijeron ser funcionarios

En un boletín difundido al mediodía, señaló: “Unos seis hombres armados ingresaron al inmueble penitenciario, sorprendieron al custodio de la aduana de acceso principal, al que refirieron ser servidores públicos, y dijeron que internarían a un detenido.

Ya dentro del penal, el grupo armado inició un enfrentamiento contra internos y posteriormente contra custodios de una torre de seguridad, donde fueron abatidos cuatro reclusos y cinco de los agresores. La fiscalía aseguró que un integrante del grupo armado y un custodio resultaron lesionados y se encuentran hospitalizados, el primero en calidad de detenido.

Personal de la Policía Ministerial de la procuraduría estatal, en coordinación con autoridades penitenciarias de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y del 27 Batallón de infantería del Ejército Mexicano tomaron el control del Cereso. Personal de la procuraduría incautó el vehículo en el que los agresores se transportaron.

Apenas el 19 de noviembre, al dar a conocer su diagnóstico de supervisión penitenciaria, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió de deficiencias generalizadas en las cárceles de Guerrero.

La CNDH –que durante 2012 inspeccionó los penales de Acapulco, Chilpancingo e Iguala– dio a Guerrero una calificación de 5.07 en sistema penitenciario y situó a la entidad en el lugar 21 de las 32 entidades del país.

En condiciones de gobernabilidad, al Cereso de Iguala le dio calificación de 4.73; en garantía la integridad física y moral del interno, 6.28; en estancia digna, 6.45; reinserción social, 5.88, y en grupos de internos con requerimientos específicos 6.79.